El fuego calcina en Vigo una nave que albergaba más de 15 empresas

Un incendio destruyó ayer una macronave industrial que albergaba de 15 a 20 empresas, en el polígono de O Gorxal de Vigo. Los vertidos de productos químicos de una de estas empresas al río Lagares, como consecuencia del siniestro, podría ocasionar una mortandad de peces, según previno ayer mismo el conselleiro de Medio Ambiente, aunque a última hora aseguraba que la situación podría estar controlada en 48 horas.

Las empresas siniestradas empleaban a unos 250 trabajadores.

Las empresas destruidas por el fuego empleaban a 250 trabajadores

Los vecinos han denunciado en muchas ocasiones los vertidos al río

La nave siniestrada fue en origen un taller de camiones Pegaso. Después fue dividida en distintos espacios con paredes finas de uralita para dar cobijo a las empresas que operaban actualmente en el mismo inmueble. El fuego se declaró entre las dos y las tres la madrugada de ayer, presuntamente a partir del incendio de una furgoneta de una de las empresas instaladas en el edificio. La antigüedad de la estructura y la falta de medidas de seguridad propició la extensión del fuego a toda la nave, que quedó completamente calcinada y tendrá que ser demolida, según la Policía Local.

Unas 45 personas tuvieron que ser desalojadas de un núcleo de viviendas próximo, desde donde se alertó a los bomberos. "Oímos un gran ruido y, cuando nos asomamos, ya pudimos ver las llamas y la cantidad enorme de humo que salía", señalaba una mujer. Algunos de estos vecinos reprochaban a los bomberos que hubieran demorado su presencia en el lugar casi una hora desde que les avisaron.

Cuando los bomberos llegaron a las inmediaciones de O Gorxal la nave llevaba "entre una y dos horas" ardiendo. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, indicó que habían recibido el aviso a las 3.25 horas y se desplazaron inmediatamente a las instalaciones, muy próximas a una casa unifamiliar y varios bloques de edificios que suman 86 viviendas. El alcalde señaló que los efectivos del dispositivo de extinción lograron controlar "en todo momento" las llamas en una situación de "grave riesgo" por la cercanía de las viviendas y la existencia de un bosque y de dos gasolineras en las proximidades. Un bombero resultó herido a causa del desprendimiento del forjado y de un portón de hierro. Precisó cinco puntos para cerrar el corte producido en el brazo por el impacto.

Paralelamente, agentes de la Policía Nacional y Local desalojaron a los vecinos, 45 de los cuales fueron alojados en un hotel para pasar el resto de la noche, y cortaron el tráfico en la A-52.

En las tareas de extinción participaron efectivos del parque de bomberos de Vigo, otras dotaciones del parque de Porriño y efectivos de la Policía Nacional y Local, Protección Civil, 061 y Guardia Civil, así como equipos de Medio Ambiente y Tragsa.

El siniestro provocó el vertido al río Lagares de lejía, detergente y alcohol, productos almacenados por una empresa de componentes químicos de limpieza que operaba en el inmueble, Quimi-Zor, S.L., Detergentes Líquidos Zorca. Los vecinos de la zona han denunciado en numerosas ocasiones, desde hace años, los vertidos contaminantes de las empresas instaladas en la macronave.

Ayer, precisamente al día siguiente en que la Consellería de Medio Ambiente presentara su balance de control y persecución de los vertidos clandestinos, el provocado por el incendio motivó la activación de un operativo especial por parte de ese departamento para minimizar sus efectos, aunque tal vez no evite la mortalidad de especies "en zonas donde el PH del río es más alcalino", según señaló el conselleiro Manuel Vázquez, que fue una de las primeras autoridades en desplazarse al lugar del siniestro.

El director general de Desenvolvemento Sustentable, Emilio Fernández, consideró "inevitable" que parte del vertido llegue al mar, aunque degradado y menos activo. Medio Ambiente movilizó a varios operarios de la empresa Tragsa, que situaron barreras superficiales en el Lagares y habilitaron tres diques de contención con sacos de arena para evitar que el vertido se extendiera por todo el cauce: uno, en el curso alto del río, cerca del polígono industrial de O Gorxal; otro, en la parroquia de Sárdoma, en el curso medio, y el tercero, en la desembocadura del río Eifonso en el Lagares. Estos diques filtrarán el agua al tiempo que en los embalses creados será tratada con carbón activo, cáscara de pino y serrín.

Los operarios de Medio Ambiente y de Tragsa se dedicaron a retirar la espuma blanca y densa que generó el vertido. En la zona trabajaron, además, recogiendo muestras del río, varios agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para controlar la evolución de la situación y verificar si se producía una recuperación del agua. Además, según explicó Vázquez, técnicos de la consellería se centraron en vigilar si las llamas generaban algún tipo de contaminación atmosférica que supusiese un peligro para la salud pública, como consecuencia también de los productos químicos que se albergaban en la macronave. "No se han producido alteraciones importantes", aseguró.

En las proximidades de la nave siniestrada permaneció cortado el tráfico hasta media tarde mientras los bomberos continuaban enfriando los restos calcinados.