Toronto socorre a las películas 'indies'

El Festival de Toronto solía ser el arranque del cine con cerebro, el disparo de salida para los filmes con hambre de Oscar. Y esta 33ª edición que comenzó anoche sigue esa línea. Pero la verdadera misión en esta ocasión de esta muestra cinematográfica, que en los últimos años le ha comido el terreno a Venecia, es salvar filmes independientes como The lucky ones, Che, Pride & Glory, Synecdoche, New York o RocknRolla del más absoluto olvido en Estados Unidos. Este año no se habla de ganar un oscar sino de conseguir distribución en Estados Unidos y, por ende, labrarse una buena acogida internacional. La crisis económica les llega a todos y el cierre de las divisiones independientes de los principales grandes estudios, como Paramount Vantage, Warner Independent o New Line, ha dejado en el limbo numerosos títulos que ahora intentan mantenerse a flote y encontrar su público. Pride & Glory, con Edward Norton y Colin Farrell como protagonistas, lleva dos años en un anonimato del que espera salir el próximo martes durante su gala de estreno en este certamen. The lucky ones (antes llamada The return, un filme de Neil Burger con Tim Robbins y Rachel McAdams) quiere huir de la maldición taquillera que sufrieron el pasado año las películas relacionadas con la guerra de Irak. Synecdoche, New York, el debut del guionista Charlie Kaufman como realizador, por fin ha conseguido distribución después de pasar por Cannes sin éxito.

Éstos son algunos de los ejemplos más comentados de los 10 días de programación durante los que el Festival de Toronto mostrará 249 películas, 12 menos que el pasado año, por lo general todas ellas nuevas en el mercado estadounidense.