Radicalismos y desafección
El señor José Montilla nos alerta del riesgo de vernos desbordados por "los radicalismos" y "la desafección" (en Catalunya, se entiende), de no prevalecer la postura sostenida por su partido (el PSC, que no el PSOE) en el contexto del nuevo acuerdo estatal sobre financiación autonómica. Quizá el señor Montilla debería centrarse más en los riesgos de desafección que él puede generar entre el electorado, cuando, en el mismo discurso, reivindica "la tenacidad de Tarradellas y la convicción de Pujol" como referentes de su línea de actuación política.
Tenacidad también tenía Arzalluz, y convicción, Aznar. Lo que nos preguntamos muchos lectores de EL PAÍS es, más bien, ¿tenacidad y convicción para qué? ¿Para propugnar un proyecto de gobierno socialista, o para ser aceptados como dignos herederos de las ensoñaciones nacionalistas con el manido juego-trampa de las dos almas.
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