Los pescadores cántabros plantean un veto a los 'arrantzales'

Las relaciones entre los pescadores cántabros y vascos no han recuperado la normalidad, pese a la reunión que los consejeros correspondientes de ambas comunidades celebraron el pasado día 22, en que acordaron coordinar sus medidas sobre la pesca costera.

La Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria reclamó ayer a su Gobierno autónomo que retire a todos los barcos vascos la autorización para faenar en las aguas interiores (las inmediatamente cercanas a la costa) de la comunidad vecina. La federación ha dado este paso tras conocer los argumentos que el consejero de Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, expuso ante su homólogo cántabro, Jesús Oria, en la citada reunión para justificar las restricciones que el tripartito ha impuesto a los pesqueros cántabros para faenar en sus aguas interiores.

Los patrones y armadores de la flota de cerco de la comunidad vecina se reunieron ayer en Santoña para analizar la situación y acordaron mostrar su desacuerdo con la postura del Gobierno vasco, pues consideran que "no refleja la realidad del problema". Por ello, instan a su Ejecutivo, en manos del PRC, a que responda a esa medida con otra similar y anule todas las autorizaciones a los arrantzales para faenar en sus aguas interiores hasta que se solucione el problema.

Tras la reunión del día 22, la consejería vasca insistió en que las restricciones se basan en recomendaciones científicas para evitar la sobreexplotación del caladero. Los arrantzales apoyan que las medidas "ayudan a su regeneración". El presidente de las cofradías vizcaínas, Iñaki Zabaleta, aseguró ayer que los arrantzales están "a la expectativa" de la posible decisión del Gobierno cántabro y destacó que no tienen intención de reunirse con sus colegas.