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25º aniversario de las inundaciones

Las riadas permitieron sacar a flote el nuevo Bilbao

La capital vizcaína, la localidad más afectada por las aguas, tuvo que reinventarse para salir del desastre

26 de agosto de 1983: el agua anega el País Vasco y algunas localidades de las comunidades colindantes. Los cauces de los ríos no aguantan las lluvias torrenciales, que se suceden desde el día anterior, y terminan por desbordarse. La mayoría de las poblaciones afectadas quedan aisladas. El desastre se consuma y el triángulo formado por Bilbao, Durango y Llodio se convierte en el principal foco de la tragedia. "Viendo estas fotografías, parece mentira que una ciudad se pueda recuperar y convertirse en lo que es hoy Bilbao", apunta Jon García, un bilbaíno de 48 años, mientras visita la exposición fotográfica organizada por el Ayuntamiento de la capital vizcaína con motivo del 25º aniversario de las inundaciones.

El deficiente encauzamiento de los ríos contribuyó al desastre
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Y es que en la recuperación de aquel desastre se forjó de alguna manera la revitalización de la ciudad hasta convertirla en lo que es hoy, un ejemplo de regeneración urbana. Todas las zonas afectadas se hallaban muy degradadas por años de abandono, a lo que había que sumar un paro demoledor como consecuencia de la desindustrialización. Así que la verdadera recuperación de Bilbao comenzó en ese momento, porque con las inundaciones la capital vizcaína toco el fondo de su degradación. Y de ahí surgieron los cimientos de un nuevo modelo de ciudad, alejada de la industrria y más volcada en los servicios.

El blanco y negro de las imágenes hace aún más tétrico el paisaje de desolación que vivió Bilbao aquellos días. El Nervión sufrió una grave crecida. La precipitación de 600 litros por metro cuadrado elevó el caudal de la Ría hasta los 3.000 metros cúbicos por segundo a su paso por el barrio de La Peña. La Ría no aguantó y terminó por desbordarse en plena Aste Nagusia. El agua alcanzó hasta cinco metros de altura en algunos puntos de la capital vizcaína y tres en otras localidades, como Basauri. Más de un centenar de municipios fueron declarados zona catastrófica en el País Vasco, donde 34 personas perdieron la vida a causa de las riadas y cinco más desaparecieron. Centenares de ciudadanos perdieron su hogar y miles, su empleo. Las pérdidas económicas se cifraron en 200.000 millones de pesetas (1.200 millones de euros al cambio actual).

Cuando comenzó a llover el 25 de agosto nada hacía presagiar lo que se estaba fraguando. Las previsiones meteorológicas para aquellos días hablaban de tormentas dispersas. Era imposible con el servicio meteorológico de aquellos años, predecir la formación del fenómeno que se conoce como gota fría. Una masa de aire cálido y frío se encuentran y se forman grandes nubes. Tres trombas de agua formidables descargaron sobre Euskadi. Con el agua caída durante los días 25 y 26 de agosto se hubiera podido llenar la bahía de la Concha, en San Sebastián. En el barrio de Larraskitu, en la parte alta de Bilbao, se recogieron entre las nueve de la mañana del día 26 y la misma hora del día siguiente 503 litros por metro cuadrado. Durante todo aquel mes de agosto, en Bilbao cayeron 813 litros por metro cuadrado de media.

Los deficientes encauzamientos de los ríos contribuyeron al desastre, aunque según los expertos evitar las consecuencias de una crecida de esta magnitud resulta imposible. Los mayores desastres se registraron en la parte baja, barrio de La Peña y Casco Viejo, donde coincidió la llegada de la avenida con la marea alta de la Ría.

Las poblaciones de Llodio, Galdakao, Ugao-Miraballes y Etxeberri se llevaron la peor parte junto a Bilbao. Pero aquel fango puso los mimbres de la regeneración. Y los primeros que se aplicaron a ello fueron los voluntarios que acudieron al rescate de la villa.

La peor catástrofe

- Las inundaciones de agosto de 1983 se han convertido en la peor catástrofe natural que ha sufrido Euskadi en toda su historia. Un total de 34 personas murieron, cinco más desaparecieron y al menos cien localidades fueron declaradas zona catastrófica.

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