El Gobierno no halla culpables de la mancha de fuel de la Malva-rosa

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta, afirmó ayer que todavía no hay "ningún culpable" por la mancha de fuel registrada el pasado mes de junio en la playa de la Malva-rosa, en Valencia, aunque aseveró que las investigaciones se llevarán "hasta el final". Peralta, en una entrevista concedida a Europa Press, indicó que ha pedido a Capitanía Marítima que continúe con las investigaciones para que "todo el mundo tenga bien claro que ese tipo de cosas no pueden quedar impunes", dijo. Por el momento, Capitanía ha investigado 30 barcos, "muchos de ellos fuera de los puertos valencianos, donde habían ido finalmente a atracar", puntualizó.

Con todo, Peralta explicó que se está avanzando en las investigaciones para "concretar y descartar a los autores". Sobre el responsable del vertido podría recaer una multa de hasta tres millones de euros por responsabilidad civil, mientras que si se determinase que el acto fue intencionado, se podría incluso aludir a un delito penal, imputable al supuesto autor. Además del expediente abierto por Salvamento Marítimo, la Fiscalía de Valencia inició una investigación para averiguar las causas del vertido de fuel hallado a dos millas del puerto de Valencia, de casi cuatro kilómetros de extensión.

La mancha de fuel fue localizada por un pescador el 3 de junio a una milla del puerto, frente al faro. Tras comprobar su longitud y grosor, en un principio cercana a las dos millas y conformada por cinco manchas distintas de mayor grosor, Capitanía Marítima activó el Plan Nacional de Lucha contra la Contaminación. Desde ese momento, se trató de retener el vertido con barreras anticontaminación, pero al ver que no eran efectivas, se retiraron y se optó por extraer el fuel de forma manual.

En total, se recogieron 4.100 kilos de fuel. Las primeras hipótesis apuntaban a que el fuel se vertió en alta mar de manera accidental y que la corriente lo arrastró hasta la costa valenciana. Posteriormente, se hallaron restos que no pertenecían al vertido original, con lo que se barajó la posibilidad de que el vertido procediera de dos buques, uno que hubiera pasado por el lugar de los hechos, y otro que habría derramado el fuel en alta mar y la corriente lo habría arrastrado hasta la costa.