La ilusión se esfuma

La omnipresencia de la crisis parecía haber remitido en los parqués. La pequeña recuperación bursátil de los primeros días de agosto, impulsada y combinada con la caída del precio del petróleo y la mejoría del dólar, le habían restado protagonismo. Incluso, la correcta temporada de resultados habían alejado su fantasma. Al final, una ilusión que se ha esfumado a las primeras de cambio.

Ayer la crisis retomó su papel estelar en los mercados. Comenzó por Japón. El nefasto comportamiento de la economía nipona en el segundo trimestre sorprendió con un dato peor del previsto. En Europa cayó la producción industrial en junio. El paro en el Reino Unido subía en julio al 5,4%. Y en España se confirmó el peor IPC en 16 años. Además, para hoy, no se espera que el dato del producto interior bruto en la zona euro apunte una salida a la situación; más bien al contrario, tras lo apuntado por el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, la semana pasada.

Tampoco ayudó el regreso de la amenaza de un petróleo al alza. La mala evolución de las reservas aupó de nuevo el precio del crudo hasta casi 115 dólares el barril.

Y, por si fuera poco, la banca y las amenazas que pesan sobre el sistema financiero ganaron cuerpo tras las informaciones publicadas por JPMorgan, Wachovia y UBS el día anterior. Lo que se tradujo en un castigo al sector financiero en casi todos los mercados. Mención aparte merecen los bancos españoles -todos los del Ibex 35 cerraron en rojo-, lastrados por un nuevo informe negativo sobre el sector, esta vez de ING.

Así que ayer cundió el pesimismo en todas las bolsas del mundo. El Ibex perdió un 2,51% y alejó todavía más de los 12.000 puntos, al quedar en 11.694,5 enteros. Al índice selectivo le acompañaron el resto de españoles con caídas similares.

Más allá de la banca destacó el castigo recibido por Inditex. La compañía textil se vio arrastrada por la mala recomendación que su competidor H&M recibió de Morgan Stanley y cayó un 6,29%. También se contaron entre los damnificados del día a las constructoras, que en las jornadas anteriores fueron las principales beneficiarias de los números verdes.