El velo de la verdad
El Gabinete de Silvio Berlusconi sabe mucho de ponerle disfraces a la verdad. Al servicio de la represión y de la censura ha tejido un velo de mentiras y ocultamientos para esconder su obra maestra.
El asunto del cuadro al que se le ha hecho cubrir un pecho desnudo se convierte en una patética metáfora de su filosofía de Estado porque, paradójicamente, dicho cuadro hace referencia a la verdad sin velos, al desnudo. Esa teta que pacatamente han difuminado para no ofender la sensibilidad de nadie es mucho más que un sugestivo seno.
¿Qué se pretende ocultar en realidad? ¿De dónde van a sacar la tela necesaria para esconder la xenofobia, la corrupción y los comportamientos antidemocráticos?
El resto de Europa contempla impasible la labor que ejecuta la costurera milagrosa en la que se ha convertido Berlusconi. Una puntada por aquí... y criminalizo la emigración, otra por ahí... y saco el Ejército a la calle. Espero que al final no acabemos todos enredados, como estúpidas moscas, en el siniestro telar en el que se está tejiendo Europa.
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