Desconcierto y preocupación policial tras los tiroteos del fin de semana

Tres tiroteos en menos de quince horas que dejan dos muertos y otros dos heridos. Es el saldo de un fin de semana negro en Madrid que eleva a 31 [se excluyen las víctimas por violencia doméstica] el número de asesinatos en 2008, ocho más de los que se registraban el pasado año por estas fechas. Los datos preocupan a la policía, pero hay una cuestión que asusta aún más: las navajas han dejado paso a las pistolas, que han irrumpido en las últimas horas en la capital a sangre y fuego.

A las cinco de la madrugada del sábado un ciudadano chino era tiroteado a quemarropa en el interior de un local repleto de gente tras una discusión de bar con unos compatriotas. Tres horas más tarde, una bala perdida disparada por un ciudadano albano en medio de una pelea hería a dos personas que paseaban por la zona. A última hora de la tarde un hombre suramericano de 35 años era "ejecutado" en plena calle con un disparo en la cabeza en un claro ajuste de cuentas.

Las tres últimas muertes, con armas de fuego, han hecho saltar las alarmas

Los acontecimientos han pillado a contrapié a la Delegación del Gobierno, que en las últimas semanas había declarado públicamente la guerra a las navajas y cuchillos, protagonistas de más de la mitad de los homicidios cometidos este año. Muchos de ellos con un patrón común: un apuñalamiento fruto de una discusión nocturna. Preferentemente en una zona de copas.

"Lo que ha pasado este fin de semana es puntual, pero también es preocupante, y no sólo porque se hayan producido tres tiroteos en un día, sino porque una situación así pueda reproducirse", explica el portavoz de la Unión Federal de Policía, Alfredo Perdiguero. En su opinión, la escalada del uso de navajas a armas de fuego podría ser una pauta peligrosa.

En opinión del especialista en criminología y profesor de Derecho de la UNED, Alfonso Serrano Maíllo, no puede hablarse de un cambio de tendencia en el modelo de violencia por lo ocurrido en un día. "Lo más probable es que estemos hablando de casualidad", prosigue.

Casual o no, lo ocurrido el pasado sábado suscita una pregunta para la que, al parecer, no existe una respuesta clara: ¿hay más pistolas en la calle? Los sindicatos policiales no tienen ninguna duda: no hay datos que permitan saberlo. Pese a ello creen tener una solución: estrechar mucho más los controles sobre la tenencia de armas de fuego, de la misma manera que se ha hecho en los últimos meses con las navajas.

"Cada año se incautan decenas de armas, fundamentalmente a grupos dedicados al robo, como es el caso de las bandas detenidas desde principios de año", señalan fuentes policiales, que reconocen que el mercado negro de las armas es prolífico y no es difícil acceder a él.

Es decir, hay armas. Sin embargo, el número de homicidios en tiroteos no es muy distinto al que se produjo entre enero y agosto de 2007: 9 personas este año por 6 el pasado. Casi todos murieron en ajustes de cuentas.

"Lo que queda fuera de toda duda es que los fines de semana en Madrid son muy violentos", destaca José Manuel Sánchez Fornet, del Sindicato Unificado de Policía. En su opinión, el problema de la delincuencia en Madrid tiene una base concreta: "para solucionar algo primero hay que reconocerlo y hasta el momento el Gobierno no reconoce la situación". Este periódico intentó ayer, sin éxito, recabar la opinión de la Delegación del Gobierno en Madrid sobre el que se ha convertido en el fin de semana más violento del año.

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