La energía impulsa la inflación al 5,3%, el peor dato desde 1992
España se convierte en el país de la UE con más desempleo, el 10,7%
La economía española está al borde del estancamiento, pero la inflación permanece ajena a esa atonía. El índice de precios de consumo armonizado, homologable con Europa, experimentó un nuevo impulso en julio, que sitúa la evolución interanual en el 5,3%. No existe otro dato tan elevado en la serie de ese indicador, que se elabora desde 1997. Si el índice general coincide con este avance -no suele desviarse más de una décima-, la inflación habrá alcanzado el peor nivel desde diciembre de 1992, en la antesala del año negro de la economía española.
Tanto Solbes como los expertos esperan una moderación a partir de septiembre
Los precios energéticos explican buena parte de ese nuevo repunte, aunque el índice armonizado, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística, no detalla las partidas que conforman el IPC. "El dato aún no recoge la caída de los precios del petróleo que se ha registrado en la segunda mitad de julio; eso lo veremos en agosto", vaticina José Luis Martínez Campuzano, economista jefe de Citigroup en España. Si se cumple este pronóstico, el dato de julio marca un pico a partir del cual la inflación comenzará a relajarse.
Pablo Guijarro, de Analistas Financieros Internacionales, discrepa respecto al punto álgido. "Aún habrá un incremento superior en agosto", pronostica. En agosto del año pasado el crudo se moderó, por lo que la comparación con este año resultará desfavorable. Ésa es también la previsión del vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, que esta semana ha advertido en el Congreso de que los precios seguirán subiendo al menos en julio y en agosto. El horizonte de septiembre queda lejos del inicialmente previsto por el Gobierno, que situaba la moderación en primavera.
La inflación ha experimentado un ascenso imparable en el último año, paralelo al deterioro del crecimiento económico. En julio de 2007, los precios crecían a un ritmo del 2,3%, menos de la mitad que ahora. La escalada de la energía y también de los alimentos frescos ha creado una inflación importada en una época en la que los precios deberían haberse atemperado. El director del servicio de estudios del BBVA, José Luis Escrivá, cree que el impacto de las materias primas en los precios de consumo "ha empezado a estabilizarse", por lo que a final de año la tasa no debería alcanzar el 4%. Escrivá lanzó ayer este augurio en la presentación del último informe de coyuntura sobre España.
No todas las culpas se pueden atribuir al exterior. A la espera de conocer las cifras detalladas el próximo 13 de agosto, los analistas consultados dudan de que los servicios, en particular el turismo, se haya adaptado a la nueva coyuntura. Tras descender algo en abril, los precios han seguido subiendo, lo que revela, según José Luis Martínez, la falta de competencia en este sector. "Al final habrá un impacto, pero el deterioro de la economía debe ser mayor para que se produzca", apunta.
"El diferencial de la inflación española con la zona euro no sólo es en el índice general, sino también en el ínidce subyacente [elimina los elementos más volátiles, alimentos frescos y energía]", añade Guijarro, que apuntala la idea de que hay otras partidas con escasos signos de moderación. El diferencial escaló en julio a 1,2 puntos, pues la inflación de la zona euro se situó en el 4,1%, según el avance divulgado ayer por Eurostat, la oficina estadística de la UE.
Este organismo informó también de otro dato que acrecienta los temores sobre la economía española. El paro se sitúa ya en junio a la cabeza de la Unión Europea, con un 10,7% de la población activa. España supera así por primera vez a Eslovaquia, que hasta ahora lideraba el grupo de los países con peores niveles, y se aleja de la media comunitaria (6,8%).
Eurostat elabora sus cifras tomando como referencia las de la Encuesta de Población Activa -son las más fiables, aunque sólo ofrecen datos trimestrales- y aplicándoles una corrección en función del paro registrado, menos representativo pero más actual. De esa forma ofrece una tasa más ajustada a la tendencia del desempleo. Dinamarca (2,6%) y Holanda (2,8%) son los países con menos paro.
La valoración de estas cifras fue prácticamente unánime. El presidente del PP, Mariano Rajoy, instó al Gobierno a "tomar decisiones", mientras el líder de IU, Gaspar Llamazares, culpó a los beneficios empresariales de los precios. "No es un buen dato", admitió la secretaria general del PSOE, Leire Pajín.
Los líderes de UGT, Cándido Méndez, y de CC OO, José María Fidalgo, defendieron en la cadena SER las cláusulas de revisión salarial y negaron que generen inflación. La CEOE consideró el dato "muy negativo".
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