CiU pide que Barcelona asuma la construcción de vivienda social
Convergencia i Unió (CiU), que lidera la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, exige al alcalde, Jordi Hereu, que el Consistorio se encargue directamente de construir la vivienda pública para asegurarla ante la crisis del sector inmobiliario. "El caso de las viviendas de protección que se tenían que construir en los cuarteles de Sant Andreu es sintomático de la gravedad de la situación", afirma el concejal de CiU Joan Puigdollers.
Las primeras promociones de pisos sociales del total de 2.000 viviendas que se deben levantar en los solares del paseo de Torras i Bages han sido rescatadas in extremis por la empresa pública Regesa -con mayoría del Ayuntamiento de Barcelona- tras la renuncia de las promotoras de Caixa de Catalunya -Proviure y Procom- a construirlas, tal como establecieron en un convenio firmado a finales de 2005 (véase EL PAÍS de ayer). En total son 548 pisos en cinco promociones distintas y tres equipamientos: una guardería, una biblioteca y un tercero, también de barrio.
A juicio de Puigdollers, se trata de un contratiempo serio y grave "porque no es un proyecto cualquiera, sino uno que el alcalde vendió como el buque insignia de la vivienda pública y los equipamientos". CiU considera que la forma de garantizar que esa vivienda pública se lleve a cabo -y otras que prevén otros proyectos de la ciudad- es que las haga el Consistorio. "No se puede negar la gravedad de la crisis, como hace el equipo de gobierno. Y si el Consistorio tiene las deudas saneadas y capacidad de endeudamiento, pues que se endeude para construir la vivienda social", concluye.
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