El primer ministro israelí deja el poder por un caso de corrupción
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, anunció ayer solemnemente y por sorpresa que dejará el cargo una vez que su partido político, Kadima (centro-derecha), elija a un sucesor en las elecciones internas previstas para el próximo mes de septiembre.
Olmert, un político incombustible, ha acabado por sucumbir a uno de los múltiples escándalos de corrupción que jalonan su carrera. Se trata del presunto soborno por un multimillonario estadounidense. La retirada de Olmert abre interrogantes no sólo sobre quién será su heredero político, sino sobre qué futuro aguarda a las negociaciones de paz con palestinos y sirios.
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