Solbes teme que la financiación autonómica no contente a nadie

El nuevo sistema de financiación autónomica que deben pactar el Gobierno y las comunidades no dejará del todo satisfecho a nadie. El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, lanzó ayer esta advertencia en el Congreso en un intento por rebajar las exigencias de las comunidades. Pero Solbes está dispuesto a modificar su posición de partida: "Sé que el Estado tendrá que hacer un esfuerzo adicional", concedió el ministro.

Asediado por las críticas de los grupos parlamentarios catalanes, el vicepresidente lanzó un jarro de agua fría sobre las expectativas de las comunidades respecto al dinero que llegará del Gobierno central. "La aportación del Estado no es el tema fundamental", recalcó ante las demandas de CiU, Esquerra Republicana y, en menor medida, de Iniciativa per Catalunya. El ministro admitió que todavía no hay dinero sobre la mesa, aunque al final del proceso el Estado pondrá una cantidad adicional para las comunidades, responsables de las partidas más costosas (educación, sanidad...).

Solbes se mostró dispuesto a cumplir con el Estatuto de Cataluña, que exige tener perfiladas las líneas del nuevo sistema antes del 9 de agosto. Pero al mismo tiempo se quejó de que las comunidades le reclamen "qué hay de lo mío" en lugar de intentar pactar un sistema aplicable a todas. Cuadrar ese rompecabezas supone "un ejercicio de gran complejidad" y el ministro instó a las Administraciones autonómicas a consensuar un sistema "con proyección futura".