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La carrera hacia la Casa Blanca

Obama busca fuertes alianzas globales

El candidato defiende la utilidad de su viaje y afirma que EE UU no puede resolver solo sus problemas - La gira del senador acaba en Londres con un perfil más bajo

Antonio Caño

Barack Obama expresó ayer su fe en el multilateralismo y la política de alianzas. El candidato presidencial demócrata defendió la utilidad, para los intereses de Estados Unidos, del largo viaje al exterior que culminó en Londres con un esfuerzo deliberado por mantener esta última etapa en el más bajo perfil posible. Obama regresó por la tarde a su hogar en Chicago para comprobar si este recorrido, que durante varios días ha centrado la atención internacional, ha servido también para incrementar sus posibilidades de ser elegido presidente.

Obama ha visitado siete países y ha recorrido más de 15.000 kilómetros en ocho días tratando de demostrarle a los votantes norteamericanos que se ve presidencial, que tiene las hechuras y la preparación para dirigir la política exterior de la mayor potencia del mundo y ser comandante en jefe de sus Fuerzas Armadas. Ese perfil, imprescindible en cualquier aspirante a la Casa Blanca, es más urgente para él al tener que competir con un rival, como John McCain, héroe de guerra en Vietnam y que goza de un cuarto de siglo de contactos con los problemas de la política exterior.

En su periplo de 15.000 kilómetros ha visitado siete países en ocho días
El esfuerzo humano y económico en Irak y Afganistán precisa ayuda de los demás
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Las esposas de Obama y McCain también compiten

Por el momento, los sondeos de opinión en Estados Unidos, que se mueven permanentemente en una franja de entre dos y seis puntos a favor de Obama, no han registrado cambios que permitan todavía sacar conclusiones sobre el impacto de esta apuesta internacional, mientras que las opiniones de los expertos son variadas y contradictorias.

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Durante una breve conferencia de prensa tras su reunión con el primer ministro británico, Gordon Brown, Obama comentó que no cree que este viaje vaya a tener "un efecto político inmediato, en términos de encuestas o cosas así". Pero consideró que la gira, en la que se ha entrevistado con más de 20 personalidades mundiales y ha demostrado su enorme popularidad en Europa y en otros lugares, ha sido útil por motivos más profundos.

"La razón por la que pensé que este viaje sería importante", declaró el senador norteamericano ante el número 10 de Downing Street, "es porque estoy convencido de que muchos de los asuntos a los que hacemos frente en nuestro país no van a poder resolverse eficazmente a menos que contemos con fuertes aliados en el exterior".

Obama mencionó concretamente las guerras de Irak y Afganistán, donde EE UU realiza un descomunal esfuerzo económico y humano, como ejemplo de los problemas en los que su país precisa la ayuda de los demás. El candidato presidencial ya había aludido a esta política de alianzas en otras etapas de la gira. En su discurso ante 200.000 jóvenes en Berlín aludió a la necesidad de cooperación para ganar la guerra de Afganistán porque, dijo, "Estados Unidos no puede hacerlo solo". El viernes, en París, durante la conferencia de Prensa con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, repitió su propuesta de crear una coalición para la posguerra en Irak.

Ayer, con Brown, Obama repasó otros aspectos en los que, según explicó, Washington debe de trabajar junto a sus aliados, como las reformas de las instituciones financieras internacionales y de otros organismos multilaterales que se están demostrando ineficaces ante la crisis económica que en estos momentos afecta a gran parte del mundo, incluido EE UU.

El candidato demócrata intenta así dar respuesta a las críticas de John McCain, que le ha acusado de dedicar su tiempo a alimentar su vanidad con viajes adulatorios olvidándose de los problemas de sus propios compatriotas. McCain, que también estuvo recientemente en Londres, que ha viajado varias veces a Irak en el último año y que el mes pasado visitó y pronunció varios discursos en Colombia y México, ha visto su campaña ligeramente opacada por la mayor atención dedicada a Obama en los medios de comunicación.

Gran parte de esa atención está motivada sencillamente por el poder noticioso de un político, el primer negro con serias aspiraciones de llegar a la Casa Blanca, que consigue reunir audiencias mayores que una estrella de rock. Pero la campaña no ha querido excederse en el exhibicionismo y ha huido después de Berlín de todo tipo de exposición al público, tanto en París como en Londres. Aun así, nadie pudo evitar que su conferencia de prensa de ayer tuviera como fondo los gritos de "¡Obama, Obama!" que llegaban desde las concentraciones de cientos de personas en las calles próximas a la residencia del primer ministro.

Gordon Brown optó por quedarse dentro de su oficina mientras Obama hablaba con la prensa. En parte, puesto que tampoco compareció junto a McCain, para mantener el tono de neutralidad ante las elecciones norteamericanas. Quizá en parte también para no repetir el espectáculo un poco empalagoso que Sarkozy había ofrecido el día anterior.

El candidato demócrata se había reunido antes con el antecesor de Brown, Tony Blair, y después mantuvo una entrevista con el que puede ser su sucesor, el conservador David Cameron. Una encuesta publicada ayer por el diario The Independent daba a los tories 22 puntos de ventaja sobre los laboristas, lo que, tras la derrota del partido del Gobierno en la última elección parcial, eleva enormemente la presión sobre Brown para que convoque elecciones anticipadas.

Todo esto constituye una gran fuente de aprendizaje para Obama, que ayer se refirió a los problemas políticos de Brown como la consecuencia inevitable cuando se ejerce la función de gobernar. "Cuando se tienen responsabilidades siempre hay que tomar decisiones que van a hacer infeliz a alguien", dijo.

Incluso sin tener todavía responsabilidades de Gobierno, Obama comprueba cada día la dureza de su oficio y la cruel regla del periodismo norteamericano que exige darle más duro al que más alto llega. Respetando esa regla, después de la gloria de la concentración de Berlín, varios columnistas han incorporado críticas sobre la falta de concreción del discurso. Un análisis de The New York Times mencionaba el conflicto sobre la carne de pollo como uno de los problemas transatlánticos que Obama había omitido. Un comentario, el viernes, de la cadena CNN llevaba por título: "Obama conquista los corazones pero no las mentes de Europa".

El primer ministro británico, Gordon Brown, conversa en el jardín de su residencia en Londres, el 10 de Downing Street, con el candidato presidencial de EE UU Barack Obama.
El primer ministro británico, Gordon Brown, conversa en el jardín de su residencia en Londres, el 10 de Downing Street, con el candidato presidencial de EE UU Barack Obama.AP
Vídeo: CNN+

La batalla de las encuestas

- Liderazgo. El candidato demócrata, Barack Obama (44%), mantiene en las encuestas un claro liderazgo sobre su rival, el republicano John McCain, que cuenta con el 41% .

- Constancia. El senador de Illinois lleva meses manteniendo una ventaja de entre dos y seis puntos en los sondeos. Obama admite que su ausencia de EE UU puede haberle perjudicado.

- Identificación. La última encuesta de

The Wall Street Journal y la cadena de televisión NBC, revelaba el miércoles que el 58% de los estadounidenses se identifica más con los valores de McCain, frente al 47% que opta por los de Obama.

- Opción de riesgos. El mismo estudio señala que el candidato demócrata puede ser la opción más arriesgada para el futuro del país.

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