La última berlina de fusión
Es la evolución deportiva del Passat. Estrena una línea con silueta de cupé, pero conserva las cuatro puertas y el maletero separado - Puede incluir soluciones más avanzadas en seguridad
La idea de crear una berlina de fusión es de Mercedes, que la estrenó en el CLS (desde 61.700 euros), un Clase E con traje deportivo. Ahora, cuatro años después, la adopta Volkswagen en el Passat CC, aunque con precios más asequibles (desde 33.050). Las dos marcas buscan rejuvenecer la imagen clásica y cuadrada de las berlinas adoptando líneas inspiradas en los cupés, pero mantienen lo práctico que aportan las cuatro puertas y el maletero separado.
El CC es la apuesta de Volkswagen para detener la decadencia de las berlinas medias ante el auge de los todoterreno ligeros y monovolúmenes, más acordes con los nuevos estilos de vida de las familias europeas: más amplios y apropiados para cargar material deportivo, carros de niños, etcétera. Compensa su menor funcionalidad resaltando lo que estos familiares no tienen: una imagen estilizada y atractiva, un interior más refinado y, en especial, una conducción más ágil, cómoda y gratificante. Mide 4,79 metros de largo, tres centímetros más que el Passat, y resulta más ancho y bajo. Comparten el frontal sólido y elegante y por delante son casi iguales. Pero la mitad trasera integra el techo descendente de los cupés, que se une suavemente con el maletero y estiliza la figura. Se sitúa un escalón por encima del Passat, con una presentación y equipamientos superiores que se reflejan en los precios, entre 3.000 y 4.000 euros más.
Dos plazas atrás
El resultado es una silueta afilada que fusiona deportividad y elegancia con una buena aerodinámica (CX: 0,29) y sofisticaciones que reflejan su calidad: puertas traseras sin marco que ajustan bien, zaga con dos escapes y un alerón integrado en la tapa del maletero.
El interior es también muy parecido al del Passat, pero aplica detalles más exquisitos: volante diferente, tiradores más modernos en las puertas y, sobre todo, dos plazas traseras individuales que recogen bien el cuerpo y están separadas en el centro por un apoyabrazos y una consola refrigerada con posavasos y guantera. Los asientos delanteros son grandes y cómodos. Atrás hay mucho espacio para las piernas y, a pesar del diseño del techo, los adultos de más de 1,90 metros entran bien. Mantiene el sentido práctico con buenos huecos para objetos y un maletero grande (455 litros), que se amplía plegando los respaldos. Está, además, bien acabado, con materiales vistosos, ajustes precisos, piezas y adornos metalizados, y maderas que crean un ambiente elegante y acogedor.
Con esta base, una suspensión equilibrada y una insonorización que sólo deja pasar algún rumor aerodinámico, el CC viaja con la comodidad y amplitud de las mejores berlinas. Añade la agilidad y el dinamismo de los cupés para mejorar la seguridad y hacer más precisa la conducción.
La gama del CC tiene tres motores de gasolina: 1.8 y 2.0 TSi, de 160 y 200 CV (33.050 y 36.830 euros), y 3.6 V6 FSi, de 300 CV (46.715). Y un 2.0 TDi de 140 CV en diésel (34.020). Se ofrecen con cambios manuales y automáticos de seis marchas; los últimos, accionables desde el volante. Y, aunque los precios son altos, incluyen un equipo de serie superior al del Passat: seis airbags, ABS, control de estabilidad ESP, climatizador bizona, asiento del conductor eléctrico, sensores de lluvia, luces y presión de ruedas, ordenador de viaje, control de velocidad, faros de xenón, radio-CD con MP3, neumáticos antipinchazos y otros detalles. Además, puede añadir como opción otros sistemas de seguridad.
Más caro y exclusivo
El Passat CC compite con las berlinas deportivas, sobre todo con las de las marcas de prestigio. Tiene unos precios superiores, pero incluye detalles opcionales que no lo hacen sus rivales. Cuesta 1.000 euros más que el 320i y 1.800 más que un A4. El BMW resulta algo más rápido y gasta 1,5 litros menos de media (lleva el sistema Start&Stop de parada en los atascos), pero tiene un interior menos amplio y, al igual que el Audi, viene menos equipado: el asiento del conductor eléctrico, el control de velocidad y los sensores de lluvia y faros son opcionales y cuestan 591, 296 y 138 euros, respectivamente, en el BMW, y 1.490, 325 y 155 euros en el A4.
El sobreprecio del CC frente al nuevo Accord es de 4.500 euros y llega a 8.800 si se compara con el 407, una berlina más popular. Los dos aceleran peor y el Honda gasta menos e incluye cargador de seis CD y sensores de aparcamiento delante y atrás, pero no lleva el asiento del conductor eléctrico. El Peugeot gasta 1,5 litros más y tiene siete airbags, pero viene menos equipado.
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