_
_
_
_
Crítica:ARTE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Ventanas hacia el Magreb

Apostar por abrir puertas a nuevas realidades artísticas en un momento en que el mundo del arte vive más que nunca a expensas de los imperativos comerciales tiene algo de revolucionario. La Bienal de Pontevedra, la más antigua de España, llega a su edición número 30 fiel a la filosofía que la ha convertido a lo largo de los últimos años en un lugar de encuentro entre artistas y culturas. Hace dos años, el certamen de la ciudad gallega abrió sus puertas a la creación en el Cono Sur y ahora rompe de nuevo las fronteras al invitar a artistas procedentes de los países del Magreb, cuyas obras dialogan con las de creadores españoles. Pero la intención de los organizadores y de los invitados no es en esta ocasión abrir mercados, sino simplemente dar a conocer otras realidades artísticas que están mucho más cerca de nosotros de lo que podría parecer y favorecer un mejor conocimiento mutuo.

30ª Bienal de Pontevedra

Sin fronteras. Convergencias artísticas hispano-magrebíes

Pazo de Cultura y Museo Provincial

Pontevedra

www.bienal.depo.es

Hasta el 7 de septiembre

Estas obras confirman que no es necesario usar las tecnologías más avanzadas para crear emociones que lleguen muy hondo

La primera conclusión tras visitar las dos sedes de la bienal es que las obras de los artistas de uno y otro lado del Estrecho se confunden entre sí y muchas piezas comparten lenguajes y temáticas. Y es que en este evento caen mitos como el que identifica a los países del Magreb de sociedades muy cerradas donde el papel de la mujer es prácticamente inexistente. El tópico queda desmentido por el número de mujeres procedentes de Túnez, Argelia y Marruecos que presentan sus obras en la bienal. Algunas de las piezas más atractivas de las que se presentan en Pontevedra vienen firmadas por ellas. Además han acudido en persona a la capital gallega para participar activamente en los debates y actividades paralelas que se están desarrollando. Muchas de las obras exhibidas han sido realizadas especialmente para esta cita.

La mayor parte de los artistas magrebíes que están presentes en la bienal ya han mostrado su obra fuera de sus países de origen e incluso algunos de ellos viven en el extranjero. Sin embargo, sus obras muestran una frescura e ingenuidad que les aleja de la vacuidad sofisticada que acostumbra a imperar en el mercado internacional. Piezas como las que exhiben las argelinas Amina Zoubir o Fátima Chafaa contienen una fuerza poética y un potencial evocador que no están al alcance de cualquiera. Con estas obras, se confirma que no es necesario usar las tecnologías más avanzadas ni los materiales más sofisticados para ser capaces de crear emociones que lleguen muy hondo. También la tunecina Sana Tamzini demuestra su dominio de la luz y el espacio en una pieza que combina la espectacularidad con una importante carga poética.

Por su parte, su compatriota Halim Karabibène recurre a una instalación realizada con fotografías y juguetes de plástico para lanzar un mensaje contundente sobre el fenómeno de la inmigración y la guerra, dos temas que marcan la visión occidental sobre los países árabes. El artista pone de manifiesto las contradicciones de un mundo en el que un vendedor ambulante magrebí vende productos baratos hechos en China y que pueden ayudarle a conseguir el sueño dorado de emigrar a Europa. La ironía y el humor están muy presentes en una obra que al mismo tiempo tiene el poder de remover conciencias. La idea de frontera también es utilizada, pero de una forma más poética, por la marroquí Jamila Lamrani, que presenta una delicada instalación formada por hilos de seda.

Uno de los artistas que trata en su obra el tema de la inmigración y que además ha realizado proyectos en diversos países árabes es el gallego Xosé Freixanes, quien ha realizado una gran instalación en la que alude a los problemas que padecen los pueblos indígenas y a las consecuencias de la inmigración. La pieza supone un mensaje de comprensión y afecto hacia los menos favorecidos y una llamada de atención para que los occidentales tengamos siempre en cuenta que hay quien padece problemas mucho más graves que los nuestros.

El poder de alterar una imagen que tienen materiales tan sencillos como el hilo se nos muestra a través de los retratos fotográficos del marroquí Hicham Benohoud, un ejemplo de artista que vive a caballo entre dos mundos ya que trabaja entre París y Marraquech. Sus imágenes retocadas tienen el poder de atraer y repeler a la vez. La línea fina que separa la violencia y la belleza está muy presente en piezas que tienen un gran poder de seducción para el espectador.

La instalación y el vídeo son los formatos predominantes en la bienal, aunque también hay espacio para la pintura (Bilal Chrif), el grabado (Said Messari) o la fotografía (Ilias Selfati, Mouna Jemal). Entre los artistas españoles presentes merecen destacarse los proyectos de Pablo Gallego y Félix Fernández. El comisario de la bienal, el artista marroquí Abdelkrim Ouazzani, espera que este acontecimiento sea el inicio de una relación más fluida entre dos culturas que se necesitan mutuamente. Incluso la bienal ha servido para que los artistas de los distintos países del Magreb (poco relacionados entre sí) puedan conocerse. Hay negociaciones para que las obras exhibidas en Pontevedra puedan verse también en Marruecos, Argelia y Túnez porque el objetivo es que el público de esos países pueda conocer a sus propios artistas y a otros que vienen de fuera. El arte puede convertirse en el mejor instrumento para abrirnos las puertas a un mundo distinto pero muy cercano y que todavía esconde muchas sorpresas. -

<i>Sincronía no localizada</i> (2008), de Félix Fernández.
Sincronía no localizada (2008), de Félix Fernández.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_