"La UE no se puede permitir parar la fuente de neutrones"

La candidatura de Vizcaya para acoger la fuente de neutrones por espalación europea (ESS) emprende la recta final, en pugna con Suecia y Hungría. La decisión llegará previsiblemente en diciembre, ante la inquietud de que la crisis pueda frustrar esta gran instalación científica, que no tendrá fondos de la UE y deberán financiar los países que se sumen a ella. El físico Carlos Alejaldre forma parte del panel de expertos que asesoran a las candidaturas española y húngara, y que se ha reunido esta semana en Bilbao.

Pregunta. ¿Es sólida la candidatura española?

Respuesta. Suecia empezó antes, en 2004, es un proyecto bien establecido y con mucho apoyo. Pero la española es tan buena como la mejor y ha tenido un notable progreso. Lo importante es presentar un buen proyecto técnico, y Bilbao lo tiene. Cuenta con fortalezas como el entorno técnico industrial del emplazamiento. La localización en la zona suroeste del continente asegura un gran dinamismo y vitalidad. Como debilidad, se habla de que no contamos con una instalación de esas características. Pero se puede transformar en fortaleza, porque por eso mismo tenemos especial ilusión por atraerla.

P. ¿La crisis puede hacer peligrar el proyecto?

R. Es evidente que en tiempos de crisis es más difícil lograr apoyos, porque se cuestiona todo. Pero Europa es consciente de que no puede perder el carro tecnológico. La fuente de neutrones puede ser un incentivo para la economía, porque estos grandes proyectos son motores tecnológicos que la impulsan. Pararla supondría un atraso que Europa no se puede permitir, cuando Japón y Estados Unidos están construyendo sus propias fuentes. Bilbao tiene que saber transmitir ese convencimiento para poder liderar un proceso que durará unos 20 años.

P. ¿Si Bilbao no gana, habrá merecido la pena la energía invertida?

R. Competir siempre es bueno. El ITER es un ejemplo: España no lo ganó, pero ha logrado una agencia en Barcelona que gestiona presupuestos millonarios. El proceso en sí mismo es beneficioso. Hace ser consciente de las necesidades tecnológicas a las que puede responder la instalación, y eso genera sed en las empresas, que ven de cerca la posibilidad de tener esa herramienta.

P. ¿Conviene aceptar la propuesta de Suecia de un acuerdo para que todas las candidaturas salgan ganando aunque una sólo una sea sede?

R. Lo fundamental es que el proyecto europeo sea sólido, independientemente de su emplazamiento. La situación óptima es que todo el mundo gane, y la colaboración siempre es buena.

P. ¿Cómo se ve a la comunidad científica española en Europa?

R. Creo que ven una progresión muy importante: hoy ya se asume que España puede gestionar grandes proyectos. Por ejemplo, Canarias se perfila como un gran candidato para el futuro ultra telescopio. La candidatura al ITER ayudó, porque todo el mundo tiene en la cabeza que España casi lo consigue. El nuevo ministerio también es fundamental. Poner ciencia e innovación en la cabecera de las prioridades de un Gobierno es un mensaje que cala en el resto de los países europeos.