Calma en los pasillos y loas a los críticos
María San Gil fue citada en todos los discursos y jaleada con aplausos
Las caras lo reflejan todo y en los congresos de los partidos es uno de los principales termómetros. Si de ello dependiese, se podría decir que la crisis del PP vasco está superada. En los pasillos del Palacio Euskaduna, ayer tampoco se veían corrillos de dirigentes o militantes desencantados. En el cierre del cónclave popular, todo estaba bien cocinado.
"Todo bien", decía un cargo público vizcaíno, quien como muchos otros piensa que "con todo lo que ha caído en las últimas semanas" la clausura del congreso ha tenido un buen desenlace. El nuevo presidente Alfonso Basagoiti, a quien le sobresale la templanza entre sus cualidades, no olvidó los guiños hacia los críticos en el discurso del mediodía de presentación de su candidatura, que sería aprobada.
Las reflexiones se dirigen ya a acabar con el aislamiento de los populares
A María San Gil: "Siempre estarás en mi pensamiento, siempre tendré los brazos abiertos para ti. Lo digo de corazón y ella lo sabe", clamó ante los aplausos de los cerca de 400 compromisarios presentes en el plenario. A Carmelo Barrio: "No puedo permitirme el lujo de prescindir de ti, ni quiero hacerlo. Es necesario que sigas aportando tu buen hacer y tu lealtad a su partido", espetó entre una de las mayores ovaciones de la mañana, que obligó al ex secretario general a levantarse y saludar a sus compañeros.
La ya ex presidenta del PP vasco fue aludida en todos los discursos y siempre jaleada con aplausos. "Ha sido y será el mejor exponente de lo que significa del Partido Popular del País Vasco", proclamó la presidenta en Guipúzcoa, María José Usandizaga. "Ningún militante del PP en España le olvidará", exclamo el alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón. "La nueva dirección debe seguir su estela", reclamó Esperanza Aguirre, la presidenta de la Comunidad de Madrid. "La gran presidenta", la definió el vicesecretario territorial Javier Arenas.
El euskera tuvo un pequeño hueco en los discursos. Con más empeño que acierto en la dicción, Esperanza Aguirre dio las gracias y animó a los militantes del PP vasco.
En los pasillos, las reflexiones de los dirigentes miraban ya al futuro y a la necesidad de que el partido acabe con su imagen de aislamiento. "No podemos estar sin hablar con nadie ni buscar acuerdos", decía un alto cargo guipuzcoano.
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