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Las tiendas de campaña toman Ortigueira

Han hecho del pinar de Morouzos su casa, transformado la línea del arenal ortegano en una improvisada y ruidosa ciudad de campaña multicolor a pie de playa. Llegan por docenas, en un goteo incesante desde el pasado miércoles, y peregrinan hasta una inmensa zona de acampada cargados de mochilas, bolsas y alguna pandereta, mientras refrescan la caminata con cerveza y vino.

La organización del mayor festival folk del mundo, que finaliza el día 13, calcula que unas 40.000 personas colonizan estos días Morouzos en 10.000 tiendas de campaña para asistir a casi 100 horas de música en directo en 25 conciertos gratuitos. Las 400 plazas hoteleras de la villa cuelgan el cartel de completo desde hace semanas, aunque no todos llegan a Ortigueira atraídos por la música. "Aquí ya hay juerga bastante" ríe un ferrolano de 22 años que tripite visita al festival.

Entre las duchas y los baños colocados por el municipio, se ha improvisado un bar que escupe rock por dos potentes bafles, una pizzería "artesana" y media docena de puestos fríen panceta, venden cubalitros y exhiben ristras de chorizos para bocadillos. Pocas o ninguna gaita en la acampada celta dominada por la telefonía móvil. Ayer, todavía se encontraban huecos entre los árboles y las dunas que patrullaba una decena de operarios del servicio de limpieza, recogiendo los primeros restos de una fiesta que empezó el jueves por la noche y que dejará el pinar "hecho un desastre", vaticina una de las trabajadoras.

Siguiendo la tradición, la Escola de Gaitas de Ortigueira que hizo germinar este evento, subió por la noche al escenario instalado sobre el malecón para abrir la noche a los sonidos genuinos de Sondeseu, "la única orquesta folk del mundo", la armonía coral del trío finladés Värttina, y el mestizaje alemán de 17 hippies. Los conciertos programados para esta noche prometen revivir la esencia atlántica del festival colocando sobre las tablas a dos formaciones históricas del folk europeo: Moving Hearts (Irlanda) y Boys of the Lough (Escocia) precedidos por Fía na Roca y la animada percusión del cuarteto gallego Odaiko, que promete ser una de las apuestas más originales.

Cerca de 400 personas trabajarán hasta el domingo con un presupuesto de 700.000 euros para garantizar el éxito de un evento reconocido internacionalmente como Fiesta de Interés Turístico en 2005.

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