Los B52's vuelven a Europa con un rock "mezcla de crítica y diversión"

Para los jóvenes, es la banda que cantaba Meet The Flinstones en la película de Los Picapiedra. Y para los mayores, los autores de Rock Lobster.

Es B52's, el grupo pop estadounidense que cogió el nombre de un bombardero de la Segunda Guerra Mundial, y que, tras 16 años sin sacar nuevo disco, comienza hoy en Barcelona, y mañana en Madrid, su gira europea en la que presentarán Funplex, un trabajo en el que han querido modernizar su rock de antaño con sonidos electrónicos.

"A Keith [Strickland, uno de los cuatro componentes del grupo], que es quien escribe las músicas, se le ocurrió que podíamos hacer un nuevo disco tras escuchar el último del grupo New order, titulado Get ready, y producido por Steve Osborne", explican las dos mujeres del grupo, Cindy Wilson y Kate Pierson, sentadas en la terraza de un hotel de lujo de Barcelona vestidas como de estar por casa pero con sus peculiares peinados estrambóticos. "Funplex tiene mucha influencia electrónica, Keith se inspiró yendo a clubs", añaden, sin explicar si ellas se sumaron a la investigación. Wilson y Pierson están convencidas de que el resultado gustará a los viejos seguidores de la banda, que empezó a actuar en 1977. Pero también a sus hijos, con los que algunos van a sus conciertos, comenta sonriente Wilson. "Seguimos tratando algunos de los temas clásicos de B52's, como el sexo o el amor", dicen. Y siguen con su espíritu "crítico y a la vez divertido" que les ha caracterizado desde su primer álbum de 1978, Rock Lobster. En Funplex, hablan de "lo verdadero" en "un mundo sintético", y lo hacen ambientando su single en un centro comercial. "La gente intenta ir de compras para sustituir lo real", afirma Pierson.

Pese a querer ser críticos, recuerdan también que son "un grupo que hace música divertida, para bailar". Las dos componentes del grupo hablan del "mallism", un neologismo que parte de la palabra inglesa mall, centro comercial, para referirse a la fiebre por comprar que se extiende por su país. Pero admiten que ellas también sucumben a esta fiebre.

Para lanzar esta mezcla de crítica y diversión han necesitado cuatro años desde que Keith empezó a escribir las músicas. Después, comentan, los cuatro componentes "fundieron" sus mentes en un proceso creativo abierto para escribir las letras. "No decidimos que íbamos a hacer una canción sobre esto o lo otro. Simplemente surgían. Escribimos colectivamente, y vemos qué sucede", explica Pierson. "A veces las canciones salen fácilmente, pero otras veces no hay manera. ¡Es como un puzzle!", exclama Wilson. Enriquecen este abierto proceso creativo con estímulos como el que les dio una película de Fellini, Giuletta de los espíritus, que les ha dado el título para una de las canciones del disco: Juliet of the spirits.

El resultado de todo esto les ha dejado convencidos de sus posibilidades de éxito. "La gente se sabe las letras de las nuevas canciones desde el primer momento", aseguran. Es lo que les da confianza, confiesan, para creer que no serán recibidos en Europa como una vieja banda que vuelve a sus temas de siempre. Esta noche se comprobará.