Bilbobus regresa a la normalidad pese a otra reunión fallida
Los servicios de Bilbobus y Biz-kaibus retornaron ayer a la normalidad. Por vez primera en más de un mes, no hubo paros en los servicios regulares ni sabotajes en los servicios mínimos, por lo que los usuarios pudieron disfrutar de la totalidad de las líneas del transporte urbano de la capital vizcaína. También la tranquilidad regresó a las 39 líneas de Bizkaibus que explota la empresa TCSA. Curiosamente, la situación fue a normalizarse el día en que la cuarta reunión que los responsables de TCSA y los trabajadores celebraron bajo la mediación del director de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno vasco, Adolfo González, se cerró en falso, sin avances significativos y con una nueva cita, el próximo jueves.
La reunión de ayer comenzó a las 11.00 y finalizó al filo de las tres de la tarde, sin que pudiera reanudarse después debido a problemas de agenda. Un hecho ilustra de forma gráfica lo enfrentadas de las posturas: los responsables de la empresa y los trabajadores no se sientan a la misma mesa, ni siquiera comparten estancia. Es el director de Trabajo el que debe pasar de una habitación a otra cada vez que debe comunicar a una parte la postura de la otra.
Hasta la fecha, los trabajadores no han convocado nuevas movilizaciones. La pasada semana expiraron los paros que había convocado para los lunes, miércoles y viernes de julio, sin que éstos hayan sido renovados. Sin embargo, los empleados de TCSA se reservan la posibilidad de convocar nuevos paros y huelgas "en cualquier momento", pero amenazan con hacerlo coincidiendo con la Semana Grande (16 a 24 de agosto). Desde TCSA detectan "nervios" entre los trabajadores por aprobar el convenio antes de que, el 1 de agosto, Veolia pase a explotar el servicio de Bilbobus. "Pero se mantienen anclados en las posturas que defendían en abril, no han movido un dedo", denuncia la empresa.
