Los trabajadores de TCSA advierten a Veolia de que heredará el conflicto
La plantilla se desvincula de los sabotajes contra 14 unidades de Bizkaibus
Los sabotajes, suspendidos desde que la Dirección de Trabajo del Gobierno abrió un proceso de mediación, regresaron ayer al conflicto de TCSA, la empresa que gestiona todas las líneas de Bilbobus y 37 de Bizkaibus. Catorce autobuses del servicio vizcaíno, ocho en las cocheras de Zorroza y otros seis que se encontraban en tránsito, sufrieron la rotura de lunas.
Los incidentes se registraron en la primera de las tres jornadas de huelga de 24 horas, que se repetirá hoy y mañana.
En una asamblea celebrada la madrugada del jueves, los trabajadores decidieron mantener la huelga en una ajustada votación. 267 empleados abogaron por proseguir con las movilizaciones, por 217 que votaron por la vía pactista, la que defiende la suspensión de las medidas de presión mientras dure la mediación del Gobierno. "Se ve que hay un desgaste y una gran división entre los trabajadores, y fruto de ese descontento son los sabotajes de hoy, obra del sector más radical, que pretende mantener prietas las filas", declaró un portavoz de la compañía. "En absoluto hay desunión. Sí hay dos posturas bien diferenciadas, pero que los trabajadores estamos unidos lo demuestra el hecho de que hoy el 100% ha secundado la huelga", declaró Juan Antonio Hernández, delegado sindical de CC OO. "Además, estamos convencidos de que los sabotajes de hoy no han sido obra de trabajadores de TCSA. ¿Quién está detrás? Una de dos: o bien elementos incontrolados que aprovechan el conflicto para hacer el gamberro, o bien alguien interesado en dañar la imagen de los trabajadores cuando hay una mediación de por medio". La segunda hipótesis apuntaría a la empresa. "Nosotros no acusamos a nadie", dice Fernández.
TCSA, trabajadores y Gobierno vasco están citados el próximo lunes a las 11.30 en Bilbao. "Según el director de Trabajo, la del lunes será ya la última reunión; no habrá más", asegura Fernández. Los trabajadores demandan la equiparación salarial con sus colegas de Vitoria, y exigen una subida del IPC real más 8 puntos en cada uno de los tres próximos años, si bien han accedido a que la equiparación se complete en el plazo de cuatro años. "Quieren equipararse, sí, pero sólo en el sueldo. ¿Por qué no renuncian a los privilegios que tienen, como la media hora de descanso obligatorio que sufraga la empresa o el servicio de traslado del personal? En eso no quieren equiparación", protestan desde TCSA.
"No sabemos qué puede pasar si no hay acuerdo, que es muy probable si TCSA no sale de su intransigencia. Sólo sabemos que Veolia [empresa que gestionará Bilbobus a partir del 1 de agosto] va a heredar un problema gordo. Asumirá 700 trabajadores sin convenio", advirtió Fernández. "Nos reunimos hace cuatro semanas con Veolia y se comprometieron a responder en una semana. Aún estamos esperando. Ya vemos que Veolia tampoco es una santa, pero haría bien en implicarse en la resolución del conflicto".
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