_
_
_
_
_

El largo puente deja una verbena dispersa por Cataluña

La verbena de Sant Joan, condicionada por la sucesión de cuatro días festivos, se celebró por igual fuera que dentro de Barcelona. El puente le sentó bien a la fiesta: brilló más gracias a la menor masificación, que no rebajó el impulso de la parranda. El mal tiempo que ayer lució en las playas de Cataluña propició además que el regreso de vehículos a Barcelona fuera escalonado. El medio millón de coches que entraron en la ciudad generaron un tráfico intenso pero sin colapsos.

La playa recibió 30.000 personas menos que en 2007 y el metro se colapsó

La noche deparó algunos incidentes. En Lleida, los Mossos detuvieron a un hombre de 30 años y vecino de Bellpuig (Urgell), por causar heridas con un cohete a una joven de 21 años, informa Lluís Visa. Los hospitales tuvieron más trabajo que el año anterior: 269 personas recibieron asistencia en Cataluña (en 2007 fueron 233), más de la mitad en la provincia de Barcelona. Los Mossos, que realizaron unos 1.500 controles de alcoholemia menos que el año pasado, sancionaron a 255 conductores por superar la tasa permitida. Los conductores bebieron más: los infractores representaron el 10% del total, respecto al 8,1% de 2007. Los bomberos realizaron 1.079 salidas. La Guardia Urbana decomisó 61.000 latas, la mayoría de almacenes clandestinos del Raval y la Barceloneta.

Su actuación no impidió que los lateros hicieran caja. "Por cada lata que encuentra la bofia, nosotros vendemos 10", apuntó Malik, vendedor ambulante apostado junto a la Vila Olímpica a quien le importaba más bien poco la presencia policial. Allí, a lo largo del litoral barcelonés, se concentró la kermés de la ciudad. Unos 85.000 jóvenes acudieron dispuestos a presenciar la salida del sol. La afluencia de unas 30.000 personas menos que en años pasados sólo se notó en las cifras: la fiesta y los desperdicios acumulados en el litoral estuvieron a la altura. Tampoco se evitaron las aglomeraciones para coger el transporte público. El gran número de turistas que accedieron boquiabiertos a las playas evidenció que muchos barceloneses optaron por llevarse la verbena a sus localidades de veraneo.

Aun así, el trasiego de paseantes se impuso a lo largo del paseo de Colom y en la playa de la Barceloneta la marea humana ocultaba la arena. Los grupos se agolparon alrededor de las respectivas bolsas de plástico, que quedarían allí tras el amanecer. No eran ni las tres de la mañana cuando las 250 papeleras de cartón instaladas por el Ayuntamiento estaban a rebosar de desechos, síntoma de civismo y de que la previsión municipal iba a quedarse corta. "Esto no lo limpiamos antes de las diez", comentó azorado Abdullah, del equipo de limpieza, al filo de las siete de la mañana. En ese momento, los cuerpos policiales iniciaron el lento y pacífico desalojo de las playas. Abdullah no regresó a casa hasta pasado el mediodía.

Unas 2.000 personas quedaron retenidas ocho horas en el puerto de Ciutadella de Menorca, por una alerta de marea. Los viajeros, de regreso a Cataluña, sufrieron el cierre del tráfico portuario entre las 9.00 y las 16.30 horas y fueron trasladados al puerto de Mahón, desde donde pudieron zarpar, informa Andreu Manresa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete
Dos jóvenes se despiden de los policías que desalojan la playa, ayer en Barcelona tras la verbena de Sant Joan.
Dos jóvenes se despiden de los policías que desalojan la playa, ayer en Barcelona tras la verbena de Sant Joan.TEJEDERAS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_