El presidente de la Constituyente de Ecuador rompe con Correa a un mes de entregar el texto

Alberto Acosta, presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador, presentó ayer de forma inesperada su renuncia, a cinco semanas de que concluya el plazo fijado para la entrega de la nueva Carta Magna. La decisión, que sorprendió a sus propios compañeros, fue interpretada como un síntoma de las desavenencias en la gubernamental Alianza País (izquierda), que está reformando las instituciones para reforzar el poder del presidente, Rafael Correa.

Las principales diferencias se refieren al calendario. Correa quiere tener listo este año el nuevo texto constitucional, que le permitirá presentarse de nuevo al cargo. Pero Acosta, ex ministro de Energía y muy cercano al presidente, quiere prorrogar el plazo de los debates, al considerar que las cinco semanas que quedan son insuficientes para concluir los trabajos. El nuevo texto debería estar listo el 26 de julio, pero el presidente de la Constituyente había rechazado los apremios. "Si queremos una democracia participativa, tenemos que tomarnos el tiempo suficiente para esos debates", insistía Acosta. Días atrás, Rafael Correa criticó las demoras de la cada vez más impopular Asamblea, de la que muchos ecuatorianos creen que trabaja poco.

Los desacuerdos alcanzan también al contenido de la Constitución, en concreto a los artículos que modificarán las leyes de las industrias petrolera y minera. Acosta, economista de izquierda vinculado al movimiento indigenista, es partidario de mayores restricciones a la inversión extranjera que Correa. El presidente de la Asamblea, que fue el representante más votado en las elecciones de septiembre de 2007, declaró a la agencia Reuters que renunciaba "de forma irreversible" porque no tenía el apoyo de su partido para lograr una prórroga de los trabajos. "Tenemos diferencias muy claras con Alberto Acosta", admitía César Rodríguez, asambleísta del partido del Gobierno, que domina la Constituyente.

El ministro coordinador de Política, Ricardo Patiño, aseguró ayer que Acosta continuará como asambleísta y que es inamovible la fecha del 26 de julio para presentar la nueva Constitución, que será después sometida a referéndum.