Euskadi deja de sufrir la sequía

El pasado 1 de junio, día en que miles de vizcaínos y alaveses recibieron angustiados la visita del fantasma de las inundaciones de 1983, el País Vasco dejó oficialmente de ser una comunidad autónoma en situación de sequía. La zona costera ya se había liberado de tan indeseable condición unos meses antes, pero no ocurría lo mismo en la zona más meridional, la localizada al sur de Vitoria. Sin embargo, desde el 1 de junio, sus 7.089 kilómetros cuadrados y 251 municipios viven una situación de normalidad climatológica. El final de la sequía no tiene tanto que ver con las últimas y espectaculares precipitaciones, sino con una tendencia más prolongada en el tiempo y, sobre todo, con el diagnóstico emitido por la Agencia Estatal de Meteorología a la luz de los datos disponibles a 31 de mayo. Las trombas de junio confirmaron su pronóstico.

El pasado ya fue un año "normal" en lo pluviométrico y 2008 repetirá

Lo avala Margarita Martín, directora del Centro Meteorológico Territorial que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en San Sebastián. "Consideramos que una comunidad, una provincia o una zona vive una sequía cuando en siete años se han registrado cinco o más secos", explica. "Este criterio lo fijó la Diputación de Guipúzcoa, que lleva más de cien años recopilando datos y es una autoridad reconocida", añade.

En el País Vasco, un año es seco cuando las precipitaciones no alcanzan el 80% de las que suelen registrarse en ese periodo. Así, un año es seco en Guipúzcoa si en él se recogen menos de 1.453 litros. Esta circunstancia se repitió cinco veces entre 2001 y el año pasado (2001, 2003, 2004, 2005 y 2006), pero la normalidad ha retornado en 2007 y 2008. El pasado fue un año "normal en lo pluviométrico", dice Martín, con unas precipitaciones totales de 1.535 litros por metro cuadrado. El año más seco de los medidos en Guipúzcoa fue 1916, cuando apenas cayeron 700 litros.

Tras unos meses de enero y febrero pasados relativamente secos, marzo, abril, mayo y los primeros 18 días de junio han sido generosos en precipitaciones. Los observatorios de Sondika y Foronda no habían recogido tanta agua entre marzo y junio (504,6 y 417,4 l/m2, respectivamente) en los últimos 25 años. Los 596,3 l/m2 registrados en Igeldo constituyen la cuarta marca más alta en cinco lustros -a expensas de lo que pueda llover hasta final de mes-.

El año hidrológico expira el 31 de agosto. Y hasta el 31 de diciembre no se conocerá la cantidad de agua caída sobre Euskadi y, por tanto, si ha sido un año normal, húmedo o seco. Sin embargo, "la época de máximos pluviométricos nos permite anticipar y predecir si un año será seco o húmedo", explica Martín. "En la costa, esta época se da en enero, y desde entonces dimos por finalizada allí la sequía. En la zona del interior, los máximos pluviométricos se dan en primavera, y la lluvia recogida a 31 de mayo nos permitía anticipar un año normal o húmedo y, por lo tanto, el final de la sequía".