La Cámara amplía el plazo a Campos para presentar la reforma

Siempre que se le pregunta sobre la situación de la reforma pendiente del actual sistema de modelos lingüísticos, el consejero de Educación, Tontxu Campos, responde que su intención es que el Gobierno la apruebe antes del verano para remitirla inmediatamente al Parlamento. El tiempo se ha echado encima y esa previsión cada vez resulta más difícil de cumplir, dada la complejidad del proyecto y la falta de consenso en la comunidad educativa y los partidos. Por si acaso, el Parlamento echó una mano ayer al consejero al aprobar una proposición no de ley, transaccionada entre PNV, EA, EHAK y Aralar, en la que le insta a remitir la propuesta antes de que finalice el próximo periodo de sesiones, es decir, entre septiembre y diciembre próximos. EB no estuvo presente y PSE y PP votaron en contra e incluso retaron al consejero a mandar el texto ya, para "dejar de debatir en el vacío".

EA quiere que el Parlamento habilite el mes de julio para seguir trabajando

La iniciativa parlamentaria da un balón de oxígeno para el Departamento de Educación, que, aunque anuncia que ha cerrado el anteproyecto de ley, aún tiene pendiente una ronda de contactos con los agentes educativos y los partidos antes de aprobarlo de manera definitiva en el Consejo de Gobierno. Aunque todavía sería factible que el Ejecutivo lo aprobara antes de que termine este mes (sólo queda el consejo del próximo martes, día 24), no tendría efectos prácticos, ya que julio es un mes inhábil a efectos de trabajo parlamentario, a no ser que la Mesa de la Cámara lo habilite.

La presidenta de la Comisión de Educación del Parlamento, Onintza Lasa, del mismo partido que el consejero (EA), ya expresó ayer su apoyo a esa habilitación, "dado que hay varias proposiciones no de ley y comparecencias pendientes". La otra parlamentaria de EA en esa comisión, Idoia Cuadra, secundó el planteamiento. Sin embargo, la pretensión de este partido de que la actividad parlamentaria se extienda al próximo mes de julio, aunque aún no ha presentado ninguna petición formal, pueden caer en saco roto por la escasa receptividad que encontró la propuesta entre el resto de grupos.

La aprobación final de la proposición concediendo más margen al departamento vino precedida de un debate auspiciado por el PSE para que se garanticen en el sistema educativo los actuales tres modelos lingüísticos (en castellano, bilingüe y en euskera) mientras no se cambie la ley. Pero su proposición fue rechazada con los votos de PNV, EA, EHAK y Aralar. La parlamentaria socialista Isabel Celaá destacó la idea de que, sin la reforma legal, los padres siguen teniendo derecho a solicitar la enseñanza en castellano y que ningún centro con demanda suficiente puede suprimir de manera unilateral ese modelo. Es lo que ha ocurrido en dos centros concertados de Vitoria, que ya han anunciado que el próximo curso no mantendrán la enseñanza en castellano, a pesar de contar con demanda de padres, para ir acomodándose a las futuras exigencias de más euskera. "Los colegios no pueden cambiar por la vía de los hechos lo que no se cambia antes por ley", advirtió Celaá. Y recordó que los colegios que disfrutan de un concierto educativo están sometidos a una serie de obligaciones y que responder a la demanda de los padres es una de ellas. En la misma línea, Iñaki Oyarzabal (PP) apuntó que si un colegio no cumple con el concierto, el departamento debería revocarlo. EA replicó que en los colegios de Vitoria hay plazas de sobra para estudiar en castellano.