Los empresarios Jove, Rey y Campo se unen a ENCE en el concurso eólico

El consorcio formado por los empresarios Manuel Jove, Jacinto Rey y Epifanio Campo, de un lado, y el presidente de ENCE, Juan Luis Arregui, de otro, presentó ayer su propuesta conjunta para optar a las concesiones eólicas en el concurso de la Consellería de Industria. Para ello, como anticipó EL PAÍS el pasado 28 de mayo, han creado la sociedad limitada Inveravan. Tras semanas de negociaciones, el plan industrial aparejado a su oferta, en la que el capital gallego es mayoritario, prevé la puesta en marcha de una fábrica de papel que sustituirá a la planta de celulosa de ENCE en Pontevedra. La nueva factoría, cuyo emplazamiento aún está por decidir, integrará todo el ciclo del papel y requerirá de una inversión de entre 450 y 500 millones de euros.

Este proyecto industrial, aparejado al concurso eólico, es determinante pues puede puntuar hasta con 30 puntos de un total de 100. Del favoritismo de esta propuesta dieron cuenta ayer, en declaraciones poco oportunas, los conselleiros de Industria y de Economía, que no ocultaron que este proyecto solucionará el grave problema medioambiental que sufre Pontevedra.

La Xunta tendrá que decidir en los próximos meses la adjudicación de 35 nuevos parques solares, con una potencia total de 2.325 megavatios, que movilizarán en Galicia 5.500 millones de inversión y crearán 3.000 empleos. La avalancha de propuestas presentadas ayer en solitario o en grupo superan, según un primer balance de urgencia, los 40.000 megavatios de potencia instalada, practicamente 20 veces más que el total a adjudicar. La presencia de las grandes empresas energéticas, de contructoras, las dos cajas de ahorro y el Banco Pastor, así como de grandes empresas de otros sectores, convierten en un reto político el primer gran concurso público que acomete el Gobierno bipartito.

Al margen de la propuesta que incluye el proyecto de papelera, que para rentabilizar la nueva empresa necesitaría de una concesión mínima de 100 megavatios en parques solares, tanto Manuel Jove, ex propietario de fadesa; Jacinto Rey, dueño de Constructora San José, y Epifanio Campo, hombre fuerte de Nueva Cerámica, presentaron ayer proyectos por separado a través de otras sociedades, es decir, al margen de la nueva compañía papelera Inveravan.

Inicialmente, la previsión de solicitudes que manejaba Industria cuando redactó el decreto eólico se situaba en los 20.000 megavatios, casi diez veces más del límite a adjudicar. Fuentes del departamento que dirige el nacionalista Fernando Blanco admitieron que las primeras estimaciones dan un total de 40.000 megavatios, un índice del interés que despierta el concurso.

La mayoría de los grupos que se presentan a la adjudicación apuraron hasta media tarde de ayer para formalizar y presentar sus propuestas. Entre ellos, se han asociado la maderera Finsa, líder en su sector, con Gas Natural, que al mismo tiempo lo hace en otra propuesta conjunta con el Banco Pastor y una ingeniería local. El Pastor también se presenta en otra oferta. Otras empresas, como Isolux, presentaron en solitario su iniciativa, que aspira a 600 megavatios. La compañía apela a los 1.200 empleos que genera en Galicia para demandar esa potencia instalada. También Andavia Renovables (Coren, Copasa y Tojeiro) presentaron, como estaba previsto, su plica. No lo hicieron, finalmente, inversores como Rosalía Mera y José Alberto Barreras, propietario de Cartera Meridional, después de valorar los requisitos del decreto.

Otra de las grandes alianzas ha sido la protagonizada por Caixa Galicia, que opta por tres vías: a través de su participada Norvento (solicita 1.000 megavatios); en sociedad con Gamesa pide unos 500 megavatios, y con Iberdrola Renovables concursa por otros 700. Sus participaciones en los proyectos rondan el 20%, como socio financiero de líderes del sector. Caixa Galicia prevé movilizar inversiones por 3.150 millones de euros en proyectos eólicos.

Acortar el plazo

Caixanova se presentó con dos sociedades: Energía Enervento y Eólica Galenova. Entre ambas solicita la concesión de 1.200 megavatios, la mitad del total a repartir. En la oferta de Energía Enervento la entidad viguesa se ha aliado a Elecnor. En la mayoría de los casos, las empresas son conscientes de que sus solicitudes se verán recortadas, lo que no les ha impedido plantear propuestas ambiciosas.

Del total de 2.325 megavatios a repartir, 173 quedan reservados para aquellos promotores que fueron titulares de concesiones en el anterior concurso y que no se pudieron desarrollar, y otros 98 corresponden a planes en marcha en el momento de la nueva convocatoria. Entre ellos se encuentra Unión Fenosa, que no llegó a desarrollar algunos parques concedidos con el Gobierno del PP. Por tanto, quedan por adjudicar 2.054 megavatios de potencia. Unión Fenosa también formalizó ayer su propuesta, al igual que Acciona y Endesa, que se han presentado juntos.

La Consellería de Industria tiene previsto adelantar tres meses la orden por la que se admitirá finalmente a trámite las propuestas, con el fin de resolver el concurso antes de diciembre, la fecha fijada inicialmente.