Xixona cierra su planta de basura a los vertidos de pueblos ajenos a su zona

La guerra de la basura se reabre, en este caso, en la provincia de Alicante. El alcalde de Xixona, Ferran Verdú (PSPV), ha decidido prohibir el acceso a su planta de Piedra Negra a residuos urbanos de poblaciones ajenas a la zona a la que debe atender la instalación.

Ripoll no incluye en la próxima reunión del consorcio ampliar la planta

Una decisión, explicó Verdú, que se toma tras seis meses de intentar que la junta de gobierno del Consorcio del Plan Zonal XIV -que preside el titular de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, y en la que también está representada la Consejería de Medio Ambiente- diera una solución a la saturación de la planta. El Plan Zonal XIV incluye 37 localidades de El Comtat, la mayor parte de L'Alcoià y algunos municipios de L'Alacantí, y sus basuras son las que deben aceptar la planta y vertedero de Xixona. Pero el caso es que también llegan residuos urbanos de L'Alfàs del Pi, El Campello u Oliva, así como de La Marina Alta, entre otros, por el retraso en la construcción de nuevos basureros. Al propio Ayuntamiento le cuesta saber exactamente de dónde viene la basura que está llenando su planta. Verdú recordó, además, que el grupo adjudicatario de la contrata de La Vega Baja (Cespa y el contratista Enrique Ortiz) propuso como solución transitoria mientras concluya la instalación para esa comarca enviar hasta 217.000 toneladas de vertidos al año a Xixona, que no daría abasto.

La planta recibió el año pasado 295.548 toneladas y el Consistorio destaca que fue diseñada para absorber solo 140.000 toneladas en cada ejercicio. Además, en 2007 la planta asumió 91.114,39 toneladas de desperdicios de poblaciones ajenas a la Zona XIV, muy por encima del volumen de basura foránea que pactó aceptar. La empresa adjudicataria de la planta (Reciclados y Compostajes Piedra Negra, SA) está participada al 49% por Cespa y al 51% por Vaersa.

Verdú explicó que impugnaron en enero el presupuesto del consorcio de municipios porque no recogía los compromisos, aunque dio un voto de confianza con la promesa de solución. Pero tras seis meses de gestiones, Xixona recibió el viernes la convocatoria de la próxima junta del Consorcio "sin encontrar ni una solución en ninguno de los puntos del orden del día". La convocatoria debería incluir, según el primer edil de Xixona, un "plan de gestión" que incluya fondos para la inversión, que permita ampliar la planta para que sea capaz de "absorber el actual tonelaje". El Consistorio también argumenta que sigue sin tener reconocida la compensación económica que se marca para los municipios receptores de residuos. Verdú "lamenta" llegar a esta decisión, pero insiste en que pese a sus esfuerzos, sólo ha recibido "buenas palabras, y buenas intenciones, pero hechos ninguno".