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Quintana promete ante 50.000 mayores lavandería a domicilio y podólogo gratis

Hogares del pensionista, centros de día y casas del mar se unificarán en Benestar

50.000 pensionistas (según datos de la organización), la mayoría transportados en 400 autocares, convirtieron ayer O Carballiño en una feria de proporciones descomunales organizada por la Vicepresidencia de la Xunta para agasajar a los mayores. Un acto que este departamento de la Xunta subvencionó con 200.000 euros al que se sumaron aportaciones de entidades privadas.

El parque municipal reventaba desde primera hora de la mañana con chiringuintos de venta de los más inimaginables productos que los feriantes anunciaban a viva voz y con una multitud de mayores, en su mayoría mujeres, calando hasta los ojos sombreros de paja, adornados con cinta azul y repartidos por los organizadores, en espera de ver, oir y bailar con el vicepresidente, Anxo Quintana. Y éste no les defraudó.

El vicepresidente subió al palco, desde el que Superpiñeiro hacía las veces de anfitrión amenizando la espera con la interpretación de Miña terra galega, para anunciar que su departamento está elaborando un decreto por el que se unificarán todos los centros sociales, los hogares del pensionista y, más tarde, las casas del mar, en centros sociocomunitarios dependientes de Benestar.

"¡Está mal elegido el nombre de esta fiesta!", clamó Quintana ante la entregada multitud nada más subir al palco. "¡Habría que llamarla fiesta de la juventud de Galicia!", piropeó a los asistentes entre aplausos y vítores de la multitud de pensionistas y un intenso olor del pulpo á feira que iba impregnando ya a esa hora el parque municipal.

"Estamos empeñados en el Sistema Galego de Benestar y en que los mayores lo pasen bien, y al que le parezca mal, lo siento mucho, pero vamos a seguir haciendo esto cada vez con más gente", señaló el vicepresidente tras advertir que en esta ocasión, los 50.000 presentes (entre los 400 autocares había 10 llegados de Asturias, Portugal y Castilla y León) suponían un récord de asistencia.

Quintana aludió abiertamente al "momento de crisis económica" que vive España para centrar su compromiso institucional en la "atención a los más vulnerables, entre los que se encuentran los de menos recursos y los mayores que tanto nos dieron y que ahora lo están pasando mal".

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Y mientras numerosas mujeres se parapetaban en la primera línea, en espera del baile que habría de llegar y le devolvían los piropos al vicepresidente ("¡guapo, guapo!", le gritaban) Quintana les prometió podólogos gratis, comedores y servicio de lavandería a domicilio como novedades de los nuevos centros sociocomunitarios anunciados.

Tras el compromiso político, el líder nacionalista bajó a la arena y la fiesta adquirió su pleno sentido. "Déjame que te bese, eres el más guapo", se le acercó con los brazos abiertos una esplendorosa pensionista. Y Quintana se dejó besar, besó, bailó cumbias, boleros y hasta el Soy minero repartiendo sonrisas y dejándose querer.

Se quedó a comer. Había pulpo y costilla asada que cada comensal se costeaba. Eligió el chiringuito El Barbas de Allariz, pero la multitud, que se rifaba sobre todo su saludo, pero también el de Superpiñeiro, apenas le dio tregua.

"Tenemos una gente mayor estupenda, gente con ganas de vivir que cree que la vida no es sólo cantidad, sino también calidad y que no sólo quiere vivir más años, sino vivirlos mejor", apuntó el vicepresidente.

Dentro del programa Lecer para os nosos maiores, la Vicepresidencia realizará este año otras cuatro fiestas de carácter provincial encaminadas a "fomentar el envejecimiento activo" de los jubilados gallegos.

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