Más de mil personas exigen en Girona el fin del trasvase del Ter

Entre 1.500 y 2.000 personas recorrieron ayer las principales calles de Girona para reclamar el retorno del caudal del río Ter y protestar por el trasvase que se realiza para abastecer al área metropolitana de Barcelona. En las pancartas se pedía agua y la marcha transcurrió bajo un cielo amenazante y al final incluso cayeron cuatro gotas.

La manifestación estuvo convocada por la Plataforma del Ter, que agrupa a una treintena de ayuntamientos ribereños y entidades como la Diputación de Girona, federaciones de empresarios, comunidades de regantes, sindicatos agrarios, cooperativas y asociaciones ecologistas y ciudadanas.

Bajo el lema Prou! Volem l'aigua al Ter, los manifestantes denunciaron el incumplimiento de la ley de 1959, que regula el envío de agua del río Ter hacia el área metropolitana de Barcelona. "Es triste que tengamos que defender una ley franquista", ironizó un manifestante. La normativa establece un caudal circulante mínimo de tres metros cúbicos por segundo y garantiza el suministro de agua en las comarcas de Girona y la Costa Brava, así como una aportación de ocho metros cúbicos por segundo para abastecer a la capital catalana.

La plataforma también denuncia que no se cumple el plan de caudales de mantenimiento aprobado por la Generalitat en 2006. Actualmente el caudal circulante es de un metro cúbico por segundo, después de haber estado por debajo de esta cifra durante todo el episodio de sequía. Con todo, la plataforma considera "inadmisible" esta cantidad y denuncia que los últimos episodios de lluvia han servido de poco, ya que el agua queda retenida en los embalses de Sau y Susqueda.

"Expolio"

La marcha transcurrió de forma festiva y finalizó con la lectura de un manifiesto en la plaza de la Constitució a cargo del actor Joan Massotkleiner, que calificó de "expolio" el envío de agua del Ter a Barcelona. "El río no puede ser una víctima colateral del crecimiento de la capital de nuestro país y su área urbana", clamó en medio de aplausos y gritos a favor del retorno del agua.

La Plataforma del Ter propone reducir al 50% en seis años la aportación del agua del Ter a Barcelona. Según su presidente, Francesc Camps, esta demanda es "técnicamente posible" por la entrada en funcionamiento de las plantas desalinizadoras previstas en Cataluña. Camps también calcula que dentro de 12 años no será necesario captar agua del Ter para suministrar al área metropolitana si se hace una política de "mejoras en el aprovechamiento" y las condiciones meteorológicas son "normales".

La entidad no descarta llegar a la vía judicial o denunciar el caso ante la Comisión Europea.