Moratinos: "Europa no se va a detener"

"Sin duda, no es una buena noticia, pero Europa no se va a detener", proclamó el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Como la mayoría de los Gobiernos de la UE y la Comisión Europea, España defendió ayer que los países que aún no han ratificado el Tratado de Lisboa continúen el procedimiento, a pesar de su derrota en el referéndum irlandés. La coincidencia no es casual, Moratinos tuvo ocasión de sondear a sus homólogos en una reunión el pasado jueves en París.

Uno de los nueve países que aún no lo ha ratificado es, precisamente, España. Las elecciones de marzo alargaron el proceso, por lo que su tramitación parlamentaria no culminará hasta otoño. Pero ahora ya no hay prisa. Pues incluso si Europa no se detiene, deberá como mínimo reducir la marcha.

Lo que ayer parecía claro es que, como dijo Moratinos recientemente, no existía un Plan B, una alternativa para el caso de que los irlandeses tumbasen el tratado. "Estoy convencido de que, como ha ocurrido otras veces, entre todos encontraremos una solución", declaró el jefe de la diplomacia española.

A última hora de la tarde, la Presidencia del Gobierno emitió un comunicado en el que, tras mostrar su "respeto por la voluntad expresada en las urnas por el pueblo irlandés", abogaba por buscar una salida "sobre la base del diálogo entre todos los Estados miembros y, en particular, con Irlanda"; es decir, que no se debe prescindir de Dublín.

"Continuar con el proceso de integración europeo es hoy más necesario que nunca para dar una respuesta eficaz a los problemas de nuestros ciudadanos por lo que España asumirá esta responsabilidad plenamente [...] manteniendo una postura constructiva y concertada con el resto de los socios europeos", asegura Presidencia. La primera ocasión para buscar el acuerdo será en la cumbre de los próximos días 19 y 20 en Bruselas.

El PP respaldó la decisión del Gobierno de seguir adelante con la ratificación del tratado, mientras que el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, mostró su satisfacción. "La sociedad irlandesa ha dado una lección a sus gobernantes y a los demás ejecutivos de Europa", dijo a Efe.