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Los mercados amplían horarios y servicios para ser competitivos

Barcelona está renovando 27 de las 40 instalaciones municipales en 20 años

Blanca Cia

Diez minutos caminando es la distancia que recorren los clientes de los mercados municipales para hacer la compra. A partir de ahí, son clientes por captar. El área de influencia de los 40 mercados de producto fresco distribuidos en los 10 distritos de Barcelona llega a 973.000 de los 1,6 millones de habitantes de la ciudad. La cuestión es cómo afianzar al cliente del mercado y cómo se pueden captar nuevos compradores. Renovar los mercados, ampliar el abanico de servicios y ofertas, y mejorar los horarios comerciales son las tres estrategias emprendidas hace años en Barcelona. Las encuestas que hace el Instituto de Mercados señalan, precisamente, que uno de los puntos débiles es el horario. "Está claro que para captar más clientes jóvenes y familias tenemos que adecuarnos a sus necesidades. Es el futuro de los mercados", apunta el gerente del Instituto, Jordi Torrades.

Cada puesto nuevo supone una inversión media de 100.000 euros
Hasta 2012 se renovarán 10 mercados municipales más

La cuestión de los horarios se regulará para establecer como norma lo que ahora se hace de forma desigual: todos los mercados renovados abrirán por la tarde los jueves y viernes. Actualmente, cada mercado tiene su librillo, como los maestros. Los hay que cierran al mediodía, otros no. Y en muchos de los que abren proliferan persianas bajadas.

Para ser más competitivos hay que añadir servicios, dicen tanto los comerciantes como el Instituto de Mercados. Uno, más reparto a domicilio (ahora lo tienen 14 mercados). Otro, generalizar la creación de tarjetas de cliente, promociones y descuentos. Sobre todo porque los clientes de los mercados ya dan una nota muy alta al servicio -un notable-, básicamente por la atención personalizada y la relación calidad-precio. Sólo hace falta ver, por ejemplo, las colas que hay en las pescaderías del mercado de Montserrat, en Nou Barris, con fama de ser lo que parece imposible: buenas y baratas.

Y la tercera pata de la estrategia de los mercados para ser más competitivos pasa por la renovación de las instalaciones. Se inició a principios de la década de los noventa tras la constatación de que la crisis en la que entraron los mercados a finales de los setenta era difícilmente salvable si no se ponían al día. La proliferación de los supermercados y las grandes superficies, y la incorporación de las mujeres al mercado laboral, dejaron muy tocados a los mercados. Para colmo, muchas de las instalaciones eran centenarias y requerían una puesta al día urgente. Desde 1993, cuando se creó el Instituto Municipal de Mercados, a 2007 se han renovado 17. Y para los próximos cinco años están programados o en ejecución otros 10: los de la Llibertat, Les Corts -está prácticamente acabado-, Guinardó, Sant Antoni, Ninot, Sants, Guineueta, Vall d'Hebron, Bon Pastor y Provençals.

Barcelona es la ciudad europea con una red de mercados renovados más amplia. Turín tiene 16 mercados, y Budapest, 15. En el caso de Barcelona, los 40 mercados tienen 2.419 comercios y ocupan una superficie de 206.000 metros cuadrados. Acaparan dos tercios de la venta de pescado de la ciudad, el 45% de la de carne -incluida la charcutería- y aproximadamente entre el 25% y el 30% de la de fruta y verdura. En España, Madrid también cuenta con 40 mercados municipales, pero no han sido renovados de forma generalizada.

El miedo a la competencia de los súpermercados se ha resuelto con un paso al frente. "Decidimos que lo mejor era incorporar la oferta de un súper a los mercados renovados para resolver la compra entera", resume el gerente. De ahí que en la mayoría de los renovados se de la cohabitación con cadenas como Caprabo, Mercadona y Opencor.

Esta relación de vecindario que no deja de despertar cierta inquietud entre los tenderos de toda la vida. Pese a los recelos, los resultados son claros y la facturación de los comerciantes de los mercados rehabilitados se incrementa el 40%, según el instituto. "Sí, tenemos más volumen de negocio, pero también más gastos", matiza Conchita, una pescadera del nuevo mercado del Poblenou. En el mismo mercado, Pepi, al frente de una pollería, es directa: "La cosa va mucho mejor".

Es verdad que el proceso de renovación cuesta dinero. Mucho, especialmente a los titulares de los negocios. El coste no baja de los 100.000 euros por puesto estándar de unos 15 metros cuadrados. Toda una inversión que sólo la hacen los tenderos que quieren seguir con los negocios. Muchos se jubilan y lo normal es que en cada renovación cierren un tercio de los puestos.

En la renovación de las instalaciones, el Instituto de Mercados invirtió 35 millones de euros entre 1999 y 2003, y 50 millones más en el mandato anterior; para el actual, las previsiones rondan los 100 millones de euros. Comerciantes y Ayuntamiento quieren que el esfuerzo sea rentable. Jordi William Carnes, edil de Promoción Económica del Consistorio, considera que los mercados actúan como ejes dinamizadores del comercio de los barrios. Defiende que, por eso mismo, no sería nada descabellado que abrieran algún domingo al mes.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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