"Armas de fuego para responder a un problema de origen laboral"
El Parlamento pone fin con su dictamen a la versión oficial de que las víctimas del 3 de marzo se produjeron durante un acto defensivo de la policía frente a obreros armados en la iglesia de San Francisco del barrio de Zaramaga. Cientos de trabajadores se habían reunido en su interior para celebrar una asamblea, mientras más de 4.000 estaban fuera, esperando la salida de sus compañeros para proseguir con unas jornadas de huelgas en demanda de mejoras laborales.
Según el informe de la Cámara, "no se sostiene la versión de que los obreros fueron armados", más allá de la utilización por los congregados de piedras, palos, ladrillos o cascotes cogidos en las inmediaciones. Por el contrario, se resalta la "inadecuada dotación y preparación del operativo policial y de las instrucciones desproporcionadas [de los mandos de la Policía Armada] que incitaban a desdeñar los derechos humanos más elementales". Y se concluye que las víctimas se produjeron por el "uso irresponsable y homicida de armas de fuego para responder a un problema de orden público y de origen laboral".
De hecho, las únicas heridas de bala las sufrieron los trabajadores, y todos ellos recibieron los impactos por la espalda, o de forma lateral, cuando huían por la única puerta de la iglesia, a cuyo interior se habían lanzado gases lacrimógenos.
El Parlamento reconoce que no es posible determinar "la importante cuestión de si existió o no un plan preestablecido para que la Policía impidiera la celebración de la asamblea", una tesis que para la asociación de víctimas es más que evidente.
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