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La primera gran protesta por la crisis

Payeses y ganaderos, a merced del paro del transporte

Toneladas de frutas se amontonan en almacenes, no siempre en condiciones

Los Mossos d'Esquadra escoltaron anoche dos convoyes de pienso. Uno hacia las comaras leridanas y otro hacia las de Girona. Pero no es la falta de pienso el único problema de los ganaderos. Bes, de Vilobí d'Onyar (Selva), es una explotación lechera y de carne de vacuno. Su propietario, Joan Viñolas calcula que pierde unos 3.000 euros diarios por la leche que no puede suministrar a su comprador. "Llevamos tres días guardándola en cubas refrigeradas, pero no podemos aguantar mucho más y habrá que tirarla", explica. Algunas granjas han comenzado a tirar la leche estropeada, según Joan Guitart, del sindicato Unió de Pagesos. Tampoco tienen salida los terneros destinados al consumo. "Los del matadero no vienen a buscarlos, pero cada día que pasa tienen que comer pienso y los números no salen", comenta Viñolas.

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En la granja avícola Sant Jordi de Sant Jordi Desvalls (Gironès), dedicada a la producción de huevos, están indignados. "No podemos distribuir los huevos y el pienso para las gallinas está llegando con dificultad. Ayer intentamos salir a repartir y volvimos con las ruedas reventadas y los cristales rotos", explicó un encargado de la empresa.

En la Cooperativa Avícola Empordà de Palafrugell (Baix Empordà), están preocupados por las crías de pollos. "No nos queda pienso, se nos agotan las reservas y los proveedores nos dicen que no pueden llegar por los piquetes", afirmó una encargada.

Miles de kilos de fruta dulce empiezan a acumularse en las cámaras frigoríficas de las cooperativas de Lleida. Desde que se inició la protesta, no ha salido prácticamente ningún camión con cerezas, melocotones y nectarinas, las primeras variedades que se han empezado a recolectar, con destino a los mercados nacionales y extranjeros. Josep Cabré, responsable de la fruta del sindicato Unió de Pagesos (UP), sostiene que la falta de transporte obliga a los agricultores a almacenarla en las cámaras frigoríficas, que no están preparadas. En circunstancias normales, toda la producción va directamente al mercado. El paro puede hacer perder entre tres y cuatro millones de kilos de fruta por semana a los agricultores leridanos, según la asociación de productores de fruta dulce Catalonia Qualitat, que ha advertido de que, además de la producción, se perderán clientes europeos ya consolidados a favor de competidores italianos.

Esta asociación señala que la huelga ha parado completamente la actividad exportadora y ha pedido al Gobierno español que adopte medidas de emergencia para minimizar los efectos de la huelga, ya que toda la producción está en las centrales frutícolas a la espera de poder atender los pedidos. Su presidente, Marcial Gómez, considera que la pérdida de más tres millones de kilos de fruta sólo es la punta del iceberg, ya que la campaña de recolección acaba de empezar y el transporte por carretera es un elemento fundamental para colocarla en los mercados. Esta entidad recuerda que la vida útil de la fruta de hueso es mucho más corta que la de la fruta de semilla. El melocotón, el albaricoque y la nectarina son variedades que pueden aguantar bien el frío de la cámara una semana, pero el periodo de conservación de la cereza es más corto y puede estropearse si a partir del segundo o tercer día no llega a los mercados.

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Caravana de camiones que salió de Lleida hacia Tarragona para cargar pienso.
Caravana de camiones que salió de Lleida hacia Tarragona para cargar pienso.EFE

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