"En la A-2 está pasando algo"
El temor a que los camioneros cortaran las carreteras redujo la circulación
"En la A-2 está pasando algo", advierte Javier Fernández. "¿Veis camiones?", pregunta Anselmo Mancebo. "¡Míralos!", grita Fernando Pérez. Los tres se ponen a trastear los ordenadores, donde examinan más de 300 cámaras. Los teléfonos suenan. La cámara hace un zoom y ahí están los camioneros, en una esquina de la carretera, a la altura de Meco, dificultando la circulación.
Con un ojo en las pantallas, otro en los teléfonos y las manos ocupadas, los tres periodistas de la Dirección General de Tráfico (DGT), atendieron ayer por la mañana una llamada y media por minuto. Los huelguistas tomaron por primera vez la A-2, además de la carretera de Burgos (A-1) -cortada desde el lunes-, la de A Coruña (A-6) y la de Andalucía (A-4). Sin embargo, el tráfico fue menor que otros días. Muchos dejaron el coche en casa. "Es el efecto acojone", resume Anselmo.Las carreteras de la región no se colapsaron como un día habitual en hora punta. Los conductores precavidos, prefirieron dejar el coche en casa. EL PAÍS lo comprobó durante la hora punta matutina de ayer (de las 7.30 a las 10.00) en la DGT.
Al otro lado del cristal donde los teléfonos de los periodistas no descansan, tres operadores trabajan ante un gigantesco panel con 78 pantallas. Es el centro de control de Tráfico. A su lado, decenas de trabajadores alimentan con datos el sistema informático que dibuja la radiografía circulatoria de la maraña de autovías y carreteras que rodean la capital y de la que beben los informadores. Así se vivió la mañana.
- 07.50. El día empieza como acabó, con la A-1 cortada. "Para acceder a la capital hay que tomar la M-40 o la M-12, que hoy es gratuita", informa Javier, que a sus 39 años, lleva 11 trabajando en la DGT. Las llamadas de los medios de comunicación no dan tregua. Un folio, garabateado con cuatro notas le basta. También están cortados dos carriles en la carretera de Andalucía, en Pinto. "Recomendamos la R-4, gratuita", concluye.
- 8.11. En la pantalla del ordenador surge un nuevo punto rojo: cortado un carril de la carretera de Toledo (A-42), a la altura de Torrejón de Ardoz, sentido salida. El sistema informático atribuye el atasco a cuestiones de orden público, como catalogan las huelgas. Javier, Fernando y Anselmo corren por la sala, de apenas cinco metros cuadrados, para contestar a las radios.
- 8.17. Se colapsa la A-2. Los tres periodistas no saben por qué. Los transportistas se han plantado en el kilómetro 38, en ambos sentidos. La única autovía que los huelguistas habían respetado. Fernando, el más joven, 36 años, es el primero en contarlo: "Retenciones en la A-2, a la altura de Azuqueca, y desde Alcalá hasta Meco porque hay camiones".
- 08.30. Anselmo resume la situación: A-1 (Burgos), A-2 (Barcelona), A-4 (Andalucía) y A-42 (Toledo) con colas. E informa de que desde hace unos minutos se ha cortado la A-42. "Por los camiones, de coches está mucho mejor", insiste. Las colas no superan los siete kilómetros. "Un día normal pasan de 20".
- 8.40. Apertura de la R-2. "Es gratuita en ambos sentidos. Se recomienda a los usuarios que tomen esta carretera por las retenciones desde Alcalá de Henares hasta Azuqueca", explica Anselmo, con su voz peculiar.
- 8.53. Jaula de grillos. Los tres, al teléfono, cuentan las primeras complicaciones en la A-6. Hay cuatro kilómetros de retención. Les interrumpe un operario: "¡Hemos puesto el peaje libre en la Ap-41, sentido Madrid!". Es una alternativa al atasco en la carretera de Toledo. Fernando bisbisea una noticia que le han pasado desde el helicóptero de la DGT: "50 hormigoneras están entrando en la M-40".
- 9.00. "Se acaba de liar en Illescas. Ahora llamarán las radios de Castilla-La Mancha", pronostica Anselmo. Y así es. El teléfono echa humo.
- 9.16. Las hormigoneras se han hecho ya con dos carriles. Colapsan cinco kilómetros, desde Coslada hasta Vallecas.
- 9.30. "Fuertes rachas de tráfico. Perdón, de viento". Es el tropezón de Javier, al que se le escapa media risa en el aire. La A-6 acumula ya siete kilómetros de retención de entrada. La A-2 llega a seis kilómetros.
- 10.00. El teléfono suena menos. Sólo hay pequeñas colas en la A-4, con dos kilómetros; la A-42, con uno; la A-6 y la A-2, con tres. Menos tráfico, pero se han hecho 140 conexiones. Anselmo se va a por un café.
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