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La fiscal pide tres años por la agresión racista en un tren de Barcelona

La víctima, una joven ecuatoriana, sufrió numerosos insultos y golpes

Tres años de cárcel. Ésa es la pena que solicita la fiscalía para Sergi Xavier Martín, de 22 años, por la agresión a una joven ecuatoriana en un tren de Barcelona y que registró una cámara de seguridad. Le acusa de un delito contra la integridad moral, junto con otro delito de lesiones con la agravante de xenofobia, pues la víctima sufrió toda suerte de insultos racistas antes, durante y después de ser golpeada por el agresor en varias ocasiones.

Los hechos se iniciaron a las 23.45 del 7 de octubre de 2007, cuando Martín subió a un convoy de los Ferrocarriles de la Generalitat en la estación de Sant Boi de Llobregat. La fiscal relata que "iba hablando acaloradamente" por el móvil y que profería expresiones como "yo he matado al moro. Le corté la yugular a Mohamed... A la mujer no le hice nada... Tengo amigas que la matarán de un disparo... No sé para qué vienen estos inmigrantes de mierda".

Fue entonces cuando el acusado vio a una chica sentada, la joven ecuatoriana de 15 años, y que es testigo protegido. "Aquí también hay una inmigrante de mierda, una zona a la que tengo ganas de...", prosiguió por el móvil. Después se acercó a pocos centímetros de su cara y le dio "pequeños toques con las manos para llamar su atención", mientras le decía expresiones como "puta inmigrante, aquí vienes a zorrear". A continuación "y manteniéndose en su actitud de desprecio hacia la raza y el origen" de la víctima, dice la fiscal, le golpeó con la mano en la cabeza, le pellizcó con fuerza el pecho izquierdo y le propinó un manotazo en el antebrazo sin cesar los insultos.

Patada a la cabeza

La megafonía anunció la siguiente parada y Martín se dirigió a la puerta. Pero al final retrocedió y le lanzó una patada a la cabeza de la chica que acabó impactando en el hombro izquierdo. Luego le propinó un puñetazo en la cintura y otro manotazo en la cabeza. Antes de bajar y en presencia de otro viajero de origen suramericano, les espetó: "Todos los inmigrantes deberían estar muertos". Desde el andén prosiguió los insultos.

A los pocos minutos la chica telefoneó a la Guardia Civil. Como se negó a presentar una denuncia, los agentes reclamaron la grabación a la compañía ferroviaria y el atestado acabó en el juzgado. Martín declaró en su día al juez que no recordaba lo ocurrido porque aquella noche bebió mucho alcohol y tomó varias pastillas de éxtasis. También negó que fuese racista, y para ello recordó que "en ocasiones duerme en casa de un amigo magrebí". El juicio se celebrará a comienzos de 2009.

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