La posible subida de tipos dispara el Euríbor al 5,4%, el máximo histórico
El repunte encarecerá las hipotecas y complica aún más la situación económica
Un lío monumental. Si el Euríbor ya llevaba meses desbocado, a una distancia inusual de los tipos de interés oficiales, las palabras que el jueves salieron de la boca del presidente del Banco Central Europeo (BCE) han terminado de enmarañar la situación. Jean-Claude Trichet insinuó que en breve podía subir tipos, y el índice al que están ligados la mayor parte de créditos reaccionó de inmediato: escaló hasta el 5,42%, rompiendo de paso varios récords. No es sólo que el Euríbor esté ahora en el nivel máximo de sus casi 10 años de historia; es que la subida de ayer, del 0,29%, es la mayor que ha experimentado el índice en un solo día a lo largo de su ajetreada década de vida.
El índice sufre la mayor alza en un solo día tras las palabras de Trichet
El anuncio del BCE haría subir la hipoteca media 26 euros al mes
Es muy pronto para anticipar la repercusión que este repunte tendrá en los sufridos hipotecados, que ya han visto cómo el precio de su préstamo se ha disparado en los últimos tres años. Pero si se trasladara automáticamente a la cuota que pagan, tan sólo la subida de ayer supondría que el anuncio de Trichet costará a las familias cada mes unos 26 euros de más.
El Euríbor más alto encarece las hipotecas -no sólo para viviendas, sino también para financiar otros productos-, lo que perjudica al consumo, al sector inmobiliario y a la banca. Pero lo paradójico es que este quebranto en una economía que cada día muestra más síntomas de enfermedad lo causan unas palabras que todo el mundo interpretó como un anticipo de que en julio subirían los tipos oficiales... pero muchos expertos dudan de que ésas sean las verdaderas intenciones del BCE.
"No está tan claro que el alza vaya a ser en julio. En otras ocasiones, Trichet había sido más explícito al decir que somete a la inflación a una 'fuerte vigilancia'. Lo que ha hecho es dejar la puerta abierta a futuros incrementos, pero no sabemos cuándo serán", opina David Cano, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Más tajante fue el ministro de Industria, Miguel Sebastián. "Yo no creo que el BCE vaya a subir los tipos de interés", aseguró ayer. Sebastián matizó que, en cualquier caso, habrá que esperar a conocer los datos de crecimiento para la zona euro en el segundo trimestre. Si fueran negativos, el guardián del euro podría reconsiderar su intención de subir el precio del dinero. "A lo mejor hay alguna sorpresa para Trichet", añadió.
No sólo fue Sebastián. Los vaivenes del Euríbor han entrado de lleno en la batalla política. Y si el PP reclama al Gobierno que alivie la carga de las familias y las empresas que supone la subida del índice, la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, reconoció que la situación es "preocupante". "Confío en que se reconduzca pronto", añadió tras el Consejo de Ministros.
Las dudas sobre las actuaciones del BCE llegan en un momento en el que el Euríbor está hinchado por varias razones. Las turbulencias financieras que llegaron el verano pasado desde EE UU por la crisis hipotecaria han aumentado la prima de riesgo y de liquidez, lo que alimenta al índice que marca lo que los bancos pagan por prestarse dinero. Así, mientras el tipo oficial lleva un año inamovible en el 4%, el Euríbor ha continuado en este tiempo su carrera hacia arriba.
La vieja frase de que este índice actúa como un termómetro de lo que van a hacer los tipos de interés ha dejado de ser enteramente cierta. "Estamos en una situación muy extraña, en la que podría ocurrir que el BCE aumentara los tipos, y que, si mejora la situación en el mercado interbancario, el Euríbor fuera hacia abajo. Es muy difícil ahora cualquier predicción", añade el experto de AFI, que sí se atreve a prever algún crecimiento del tipo oficial este año.
El profesor de IE Business School Rafael Pampillón comparte la idea de que Trichet no tocará los tipos el próximo mes. Y cree que a España le conviene esa estabilidad: "Con una inflación en el 4,7% sería peligroso una bajada; pero una subida perjudicaría nuestras perspectivas de crecimiento. Vivimos una estanflación [inflación y estancamiento al mismo tiempo] en miniatura y necesitamos una política monetaria neutra", concluye. Otros analistas, sin embargo, opinan que el riesgo de una fuerte desaceleración aconseja bajadas en los tipos.
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