La Fiscalía pide la elaboración de un mapa marino arqueológico

Navíos de los romanos y vikingos, barcos de la flota de Felipe II o Drake, pecios de la flota inglesa en las guerras napoleónicas o submarinos de la primera y Segunda Guerra Mundial están hundidos en las costas gallegas y acumulan una riqueza arqueológica en ocasiones expoliada.

La voz de alarma la dio ayer el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, quien participó en unas jornadas de Protección del Patrimonio, que se celebran en la localidad lucense de Vilalba, y por ello llamó la atención sobre la necesidad de que la Xunta disponga de una carta arqueológica subacuática.

"Sería una especie de mapa de toda la costa con la situación en que se encuentran los pecios, su importancia y las medidas de vigilancia que se pueden implementar a través de nuevos sistemas informáticos", resumió el fiscal. "Incluso se podría establecer la figura de protección jurídica de zona de servidumbre arqueológica o zona de arqueología subacuática", subrayó Varela.

El fiscal superior reconoció que existen "pocos" expedientes incoados sobre expoliación subacuática. "Muchas veces tenemos dificultades en relación con estos asuntos al no llegar la noticia del expolio". Las piezas procedentes del robo subacuático se ofertan, preferentemente, a través de determinados portales de Internet y es a partir de ahí donde surgen la mayor parte de las investigaciones.

Expolio del patrimonio

Varela se refirió también a la "preocupación especial" de la fiscalía en relación con los robos y daños que se producen en el patrimonio arqueológico. Citó atestados de 2007 en la provincia de A Coruña por sustracciones de pilas bautismales y cálices de plata.

En Pontevedra hubo actuaciones por la desaparición de cruceiros y el robo, en Fornelos de Montes, de una campana de bronce, además de la destrucción parcial de una casa reconstruida en un poblado celta. Por lo que se refiere a la provincia de Lugo, la policía judicial levantó 29 denuncias por la utilización inadecuada del camino de Santiago, incoó diligencias por obras en un castro de Cervo y denunció daños en otros dos yacimientos arqueológicos.

Las actuaciones de la fiscalía en Ourense se centran sobre todo en la destrucción de restos pétreos en Morgade (Xinzo da Limia) y las obras realizadas en el canal de agua de una fuente que estaba catalogada como bien de interés cultural.