"El hambre no se mata con proteccionismo ni paternalismo"
El Programa Mundial de Alimentos es la agencia de la ONU que se encarga de distribuir comida y apoyar el desarrollo de los países en peligro. La estadounidense Josette Sheeran lleva un año al frente del organismo, y en ese tiempo ha visto cómo el vaso de plástico que lleva en el bolso reducía su capacidad casi a la mitad: "Hace un año, llenar este vaso de arroz costaba un 40% menos de lo que cuesta ahora. Vivimos una crisis devastadora", explica Sheeran.
Pregunta. ¿Cuál es su diagnóstico de este primer año?
Respuesta. Hemos vivido una tormenta perfecta que ha devastado a la población más pobre. He estado en Myanmar, Darfur, Haití, y me siento como un soldado que vuelve de la guerra. Debemos buscar soluciones de largo plazo para que no se repita esta tragedia, y entretanto, estar con ellos. Cada seis segundos, un niño muere de hambre. Tenemos que parar eso. Ya no hay excusas.
P. ¿Quién nos lo impide?
R. Muchos factores a la vez. Por eso lo llamo "la tormenta perfecta". El hambre existe desde siempre, pero ahora es la primera vez tenemos las herramientas, la tecnología, el dinero y el poder para acabar con ella. Los Gobiernos, los ciudadanos, los científicos y las ONG debemos trabajar juntos para hacerlo.
P. Algunas voces dicen que si el proteccionismo no acaba, el hambre tampoco.
R. Muchos mercados son locales y muy pequeños. En países como Uganda o Chad, si el resto del mundo desapareciera, seguiría habiendo hambre. Nada entra y nada sale. En Darfur vive 10 veces más gente de lo que el suelo puede soportar, y es una de las razones del conflicto. No producen tanto como para exportar. Cuando hay gente en esas condiciones, el mercado global importa poco.
P. ¿No cree que los subsidios del Primer Mundo sean un problema?
R. Si desaparecieran, ayudaría. No se puede matar el hambre con unos mercados cerrados y distorsionados por las ayudas. Es preciso que los campesinos pobres que no reciben apoyos de sus Gobiernos los tengan.
P. ¿La culpa del hambre es de los países ricos?
R. No. Cada país es responsable de su destino. Ningún país debe depender de otro. Mi familia se fue de Irlanda huyendo de la hambruna y ahora es un país muy rico que exporta comida. Ése es un sueño al que los países africanos tienen derecho. No quieren ayuda, sino condiciones para hacerlo solos: tierras, créditos, tecnología, infraestructuras para exportar. Hay ejemplos inspiradores: Ghana, Chile, Vietnam...
P. Pero muchos países no reúnen las condiciones.
R. Es cuestión de liderazgo, de invertir en agricultura. En algunos países con sequía es imposible, y el mundo debe ayudarles; el resto debe hacerlo solo. Y quieren hacerlo solos.
P. Pero Occidente prefiere el paternalismo.
R. Ha acabado la era del paternalismo. Etiopía, Tanzania, Mozambique, todos han dicho en Roma que no quieren ayudas, sino decidir su destino: un mercado seguro, inversión, posibilidad de exportar, cooperación regional. España es un ejemplo. Ha estructurado su ayuda según los Objetivos del Milenio y ha contribuido a lanzar la alarma de la crisis actual.
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