_
_
_
_
Reportaje:TALENTOS QUE ARRIESGAN

Destrozar también es negocio

Stop Stress reduce la ansiedad laboral en la empresa

El 28% de los trabajadores de la Unión Europea padece estrés. En España, el coste anual de esta dolencia se cifra en unos 750 millones de euros. Es evidente que cualquier propuesta que ayude a reducir esa cantidad puede ser un buen negocio. Stop Stress cree haber dado con la solución: proponer a las empresas que sus empleados se desfoguen destrozando coches u ordenadores, aullando como lobos en el bosque o escuchando música clásica en una cueva, por poner ejemplos. Hani Charwani y Jorge Arribas, amigos desde que se conocieron en Berlín en 1997 y socios desde 2003, son sus promotores.

Un día, cuando Hani guiaba a un grupo de turistas por las ruinas de Karnak (Egipto) sonó su teléfono móvil. "Era Jorge. Tenía una idea y quería que nos reuniéramos en Madrid para hablar de ella. Y eso hicimos", recuerda el alemán. El emprendedor soriano llevaba meses de baja tras un accidente ciclista y había aprovechado la circunstancia para madurar un concepto de negocio curioso y surgido de la visión de programas televisivos japoneses. "Jorge había observado las técnicas niponas para desestresarse y le pareció un concepto válido para traerlo a Occidente", señala Hani Charwani.

Hani y Jorge estuvieron juntos muchas horas, hablando, madurando aquel planteamiento previo, confrontando sus pareceres para llegar a un punto común: "Debíamos crear una actividad que nos diera a conocer como la destructoterapia. El concepto básico era descargar adrenalina rompiendo objetos inanimados. Y lo organizamos todo para presentarnos en INTUR 2003, la feria de turismo interior que se organiza cada año en Valladolid", recuerda.

Los socios se dieron cuenta de que sus personalidades eran tan contrapuestas como compatibles: "Jorge tiene una inagotable capacidad creadora; piensa en imágenes, en sensaciones y no duda en ponerlas en marcha. Yo, en cambio, soy muy racional, necesito ver el proyecto plasmado en una estructura viable; tiendo a estandarizar, a analizarlo todo", explica Hani. Y sonríe al recordar el impacto que tuvo su presentación en INTUR: "Prensa, curiosos... la verdad es que tuvimos mucho éxito". Pero pasó la feria y el teléfono dejó de sonar. "Aquella incertidumbre no se la deseo ni a mi peor enemigo. No sabes si estás empleando los mejores años de tu vida en un proyecto sin futuro. Hasta el tercer año no empezamos a vivir del negocio y, aún hoy, invertimos los beneficios en seguir creciendo".

Al principio, la mayoría de las empresas a las que exponían su producto pensaban que estaban locos. "Afortunadamente, los resultados de quienes tuvieron el valor de contratarnos fueron buenos y la noticia fue propagándose entre los directores de recursos humanos de las empresas. El primer año trabajamos para tres clientes; al siguiente, para 10; el pasado, para 30", explica.

De una primera sede social en Soria y una oficina en Murcia, Stop Stress ha pasado a instalarse en Madrid, Barcelona -ambas franquicias-, Galicia, Valencia, Cantabria y Dubai. Compañías como Accenture, Telefónica, Novartis o Ernst & Young son sus clientes. Y también tienen encargos no convencionales, "como una asociación de amas de casa que nos propuso hacer una destructoterapia con aspiradoras". Las peculiaridades del estrés... -

Objetivos

- Conceder franquicias en otros países como Estados Unidos, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania y México gracias a la difusión internacional de la web. De momento traducida al castellano y el inglés, el plan es hacer una tercera versión en japonés.

Perfil

- Hani Charwani y Jorge Arribas se conocieron en Alemania. Ambos reconocen que participar en el Plan de Iniciación a la Promoción Exterior (PIPE), organizado por el Instituto de Comercio Exterior (Icex) y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, fue crucial para su despegue empresarial.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_