España aún es poca marca
Comercio y empresas abordan el reforzamiento de la imagen exterior
Alemania: eficiencia; Francia: calidad; Italia: lujo; Estados Unidos: innovación; Japón: última tecnología. Países todos con una imagen que ayuda a sus empresas a cruzar las fronteras con garantías. En cambio, cuando las empresas españolas deciden saltar los Pirineos no pueden confiar en que su origen les vaya a ayudar mucho. La marca España les aporta más bien poco.
"Es una ventaja pequeña", reconoce José Luis Bonet, presidente del Foro de Marcas Renombradas Españolas y del grupo bodeguero Freixenet. Aunque apostilla: "Hace 30 años era un inconveniente". En el Gobierno son conscientes del problema. "La marca España se sitúa muy por debajo de lo que le corresponde a nuestro peso en el mundo", ha afirmado esta semana el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián.
El Gobierno empieza por Estados Unidos, donde invertirá 20 millones
Para que esta ayuda escasa se convierta en un activo, las principales empresas españolas que poseen las principales enseñas del país, agrupadas en el Foro de Marcas Renombradas Españolas, ha presentado esta semana un plan que impulse la marca España. En él piden a la Administración colaboración para impulsar la marca España. Incentivos fiscales, financiación a la expansión internacional o potenciar las actuaciones del Instituto de Comercio Exterior son algunas de las medidas que reclama esta asociación público-privada que agrupa a empresas como Acciona, El Corte Inglés, Freixenet, Santander, Iberdrola, BBVA, Telefónica, Inditex..., así hasta 86 compañías.
La puesta de largo del plan se celebró el pasado jueves en la Ciudad Financiera del Grupo Santander y a ella acudió el ministro Miguel Sebastián, quien respondió en el mismo acto presentando su propio plan con el mismo objetivo: impulsar la marca España.
Sebastián avanzó pocos detalles, será más exhaustivo en el Congreso de los Diputados el próximo 4 de junio. Sí que desveló que el proyecto piloto contará con una inversión de 20 millones de euros y se desarrollará en Estados Unidos. Trabajará en cuatro aspectos: la industria y la tecnología, el idioma español y su potencial económico, los alimentos y vinos de España y los bienes de consumo.
"Está en nuestra línea", admitió Bonet minutos después de conocer las intenciones de Comercio, "para nosotros lo novedoso es lo de Estados Unidos. Es uno de los sitios por los que hay que comenzar".
Fuentes del ministerio apuntan que lo probable es que ambos planes converjan en uno. Si bien, ya hay una discrepancia. Los empresarios prefieren hablar de Made by Spain; el ministerio sigue apegado al tradicional Made in Spain.
Desde el foro, el presidente explica que la coyuntura actual de crisis ofrece una oportunidad de adaptación del modelo económico, que hay que dejar de apostar por la construcción y hacerlo por la alimentación, los servicios o el turismo. Opinan que su plan puede corregir dos de los grandes problemas de la economía española: el gran déficit por cuenta corriente (el segundo del mundo) y la competitividad. -
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