"Guantánamo no debe existir", dicen Zapatero y Garzón

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el juez Baltasar Garzón pusieron ayer de relieve su sintonía política en asuntos tan sensibles y actuales como la lucha contra el terrorismo y el reto de la inmigración ilegal, con motivo de la presentación, en la Casa de América, del libro del juez La línea del horizonte, que recoge su experiencia jurídica internacional y por la que el presidente le calificó como "jurista de los derechos humanos con vocación universal".

Garzón abrió su breve diálogo con Zapatero con una crítica a las consecuencias de la estrategia de la guerra contra el terrorismo internacional. El presidente no se cortó y respondió tajantemente que "Guantánamo no debe existir", tras presentarlo como un "mal ejemplo para la lucha contra el terrorismo y una de sus mayores aberraciones". Zapatero confió en que EE UU rectifique tras las próximas elecciones de noviembre.

Garzón saltó al terrorismo doméstico de ETA y puso en valor la legislación española en esa materia que ha evitado las medidas legales excepcionales. Eso le dio pie a Zapatero para asegurar que el sistema de respuesta de España al terrorismo es uno de los mejores, tanto por su legislación como por su labor policial, judicial así como por la cooperación internacional, especialmente la francesa, a la que calificó de modelo de difícil imitación.

Llegados a este punto, el juez introdujo una nota de pesimismo al recordar que aún existen países y medios de comunicación que tratan a ETA como una organización secesionista y no como una banda terrorista, lo que atribuyó a su desconocimiento del fenómeno.

Zapatero replicó que, pese a ello, el apoyo internacional con que tradicionalmente contó ETA se ha visto "radicalmente reducido" y no dudó, tampoco, en asegurar que es el "momento histórico" en que la banda tiene más rechazo de la comunidad internacional, incluso en países que antes le habían dado su apoyo. El presidente se refería, sin duda, a las organizaciones nacionalistas irlandesas y surafricanas que se han distanciado de ETA por su conducta durante la última tregua. "Sabemos cuál es el camino para combatir el terrorismo y eso nos debe generar confianza", subrayó.

El juez Garzón admitió a Zapatero que la cooperación internacional en la lucha antiterrorista "no tiene ni color" si se compara con la situación de hace 15 años, pero añadió que aún "puede ser más fluida y mejorarse".

En cuanto a la inmigración ilegal, Zapatero defendió que la mejor manera de afrontarla es la cooperación con los países de origen y "no los discursos henchidos y la multiplicación de reformas legales".