583 millones de inyección a la economía

Tras varios meses de reticencias e incluso de gestos contrarios a la medida aplicada por el Gobierno socialista, las tres diputaciones aprobaron ayer la rebaja fiscal de los 400 euros. Pero la aprovecharon para incluir nuevas medidas de estímulo a la actividad económica que, en conjunto, suponen una inyección de 583 millones de inyección, según los datos aportados.

Pese a aplicar la misma medida, las haciendas vascas han querido visualizar la singularidad de su régimen fiscal estableciendo una fórmula diferente de la del resto de España: en vez de aportar en las nóminas de junio 200 euros y los otros 200 hasta final de año, se ha optado por repartir el descuento en las retenciones mensuales por IRPF. La rebaja oscilará entre los cuatro puntos para las rentas más bajas (una parte importante de los que perciban al año menos de 13.600 euros) y un punto para las más altas (los contribuyentes que ganan más de 42.000 euros y no tienen familia numerosa).

Sólo la aplicación de la rebaja de los 400 euros supone 350 millones

El PSE asegura la aprobación del paquete fiscal en las Juntas Generales

Pero las diferencias también existirán dentro de Euskadi, ya que Vizcaya y Álava prevén aplicar de junio a diciembre la cantidad de 400 euros, mientras que en Guipúzcoa el descuento en las pagas de esos siete meses será de entre 200 y 250 euros, y el resto se ajustará en la declaración de la renta del próximo año. Se trata de una fórmula mucho más compleja y dilatada que la desarrollada por la Hacienda estatal, pero que se justifica por reforzar "la progresividad" del IRPF vasco.

El coste fiscal de la rebaja superará los 350 millones de euros. Sin embargo, en su afán de evidenciar que no se limitan a copiar, y con retraso, la misma medida lanzada por Rodríguez Zapatero, las haciendas forales han aprobado otras medidas fiscales con las que dejarán de recaudar otros 233 millones de euros.

Como se había anunciado, se deflacta el IRPF (el ajuste en los tramos del impuesto para corregir el efecto de la inflación) en un 2%. También a esta medida se habían mostrado renuentes inicialmente las tres diputaciones, todas gobernadas por el PNV, invocando la reforma del impuesto realizada el pasado año. Pero el anuncio del Gobierno socialista de la rebaja de los 400 euros y las presiones de la oposición (los peneuvistas necesitan el apoyo de algún grupo por su situación de minoría en las tres Juntas Generales) han hecho que varíe su postura.

La principal medida de este paquete es la elevación del mínimo exento de declarar por IRPF de 9.000 a 12.000 euros. Se complementa con el alza en las deducciones por hijos en Guipúzcoa y Vizcaya, que se igualan con las ya existentes en Álava. Así, en la declaración del próximo año, por el primer hijo se deducirán 536 euros; por el segundo 663, y por el tercero 1.122. Se trata de subidas de entre el 7% y el 12%, explicó el diputado vizcaíno de Hacienda, José María Iruarrizaga.

Así mismo, con el mismo fin de estimular la actividad económica en un contexto de desaceleración, se introduce en el Impuesto de Sociedades una reducción fiscal por la cesión de la propiedad intelectual e industrial, que pretende favorecer la innovación, y se regula la hipoteca inversa (la que suscriben las personas mayores con un piso en propiedad para disponer de una renta mensual durante un periodo de años o hasta su fallecimiento), que quedará exenta de tributar.

El diputado vizcaíno de Hacienda opinó que la rebaja de los 400 euros no será "el bálsamo mágico para crecer [la economía] a un 4%, pero puede servir para que los contribuyentes estén un poco mejor a finales de mes". Iruarrizaga apuntó que la situación económica "es mucho más compleja" y anticipó la necesidad de aplicar nuevas medidas fiscales "en su momento".

La Diputación de Álava anunció que, junto a las medidas fiscales, impulsará este año la inversión pública en obra civil mediante la aportación de 141 millones y ayudará a los ganaderos a paliar los incrementos de sus costes.

En Guipúzcoa, el diputado Pello González señaló que la rebaja media del impuesto será del 9,6% para los contribuyentes. Aseguró, por ejemplo, que una pareja de pensionistas con tributación conjunta y ambos mayores de 65 años no pagarán nada a Hacienda si perciben menos de 16.820 euros.

Al anuncio del pago de menos impuestos e inyecciones a la economía se sumó ayer el PSE, cuyo respaldo a los nacionalistas en las Juntas permitirán la aprobación de estos cambios. En una comparecencia prevista con sus tres secretarios generales provinciales -el de Guipúzcoa no llegó por problemas de tráfico-, el PSE se vanaglorió de los acuerdos alcanzados con el PNV, al demostrarse que "el pacto fiscal en Euskadi es posible", según destacó el responsable socialista de Economía Mikel Torres.