¿Rifa de piso o negocio?

La golosa idea la tuvo la noche del 25 de abril. Al día siguiente Manuel Marina ya estaba ante un notario de Ciempozuelos para elaborar las bases de un peculiar concurso: rifar su piso porque no podía pagar la hipoteca, ya que está en paro desde octubre de 2007. Ha puesto a la venta 64.000 boletos, a cinco euros cada uno. Una vez vendidos, sorteará el 15 de mayo de 2009 su vivienda en Ciempozuelos, de 73 metros cuadrados.

Pero la rifa, más allá de la elaboración de las bases con la ayuda de un notario, no tiene ningún tipo de garantía legal. La Consejería de Hacienda de Madrid no ha autorizado el sorteo, y Marina no asegura que celebre la rifa entre los compradores si primero no se venden todos los boletos.

"Es la primera vez que nos encontramos con un caso así y tenemos que estudiar si se adecua a la legalidad", explicó ayer un portavoz de la consejería. El sorteo, además, no consta en el registro oficial del Consejo General del Notariado de España. Marina, que anteriormente se dedicaba al mundo inmobiliario en Cáceres haciendo de intermediador en créditos, asegura que no tenía ni idea de que este tipo de sorteos requieran de una autorización. "Tengo una hipoteca de 1.031 euros al mes, más un crédito personal de 422. Estoy en paro y cobro 900 euros. Claramente no puedo pagar la hipoteca, por eso he montado el concurso", explicó ayer.

Pero no está claro que la rifa se produzca algún día. Según la página web de Marina (www.elpisodeloscincoeuros.com), elaborada por él mismo, el sorteo será el 15 de mayo de 2009. Pero el apartado octavo de las bases del concurso añade que se hará sólo "en el caso de haberse completado la venta de la totalidad de las papeletas". ¿Y si no se venden nunca?, le preguntó EL PAÍS. "Si el notario me dijera que hay que devolver el dinero... Pero claro, es muy complicado. Por eso estoy dando la cara en los medios de comunicación", respondió. En el punto sexto de sus bases dice que el dinero no se devolverá "en ningún caso".

Marina tiene una deuda de 188.000 euros. Con lo que sacaría de la venta de los boletos la saldaría y ganaría casi 140.000 euros. Aduce que de ese dinero hay que restar gastos fiscales y el dinero que le cuesta imprimir las papeletas. Hasta ahora, ha vendido 1.800, con los que ya se ha llevado 9.000 euros.