Piratas somalíes capturan un barco holandés en el Índico

Un grupo de piratas ha secuestrado el carguero holandés Amiya Scan que navegaba por aguas internacionales del golfo de Adén frente a Somalia, una de las zonas más peligrosas del mundo para las rutas marítimas. El buque, de bandera panameña, salió de Mombasa (Kenia) el 19 de mayo con las piezas de una plataforma petrolífera a bordo. Su destino era el muelle rumano de Constanza, en el mar Negro, pero la compañía naviera Reider Shipping, radicada en Holanda, perdió el contacto el domingo. Un día después una llamada confirmó sus temores. Los piratas "tratan bien de momento a los cuatro oficiales rusos y cinco marineros filipinos que componen la tripulación", aseguró ayer Lars Walder, portavoz de la firma fletadora.

El escenario del abordaje del Amiya Scan es similar al del ataque contra el atunero vasco Playa de Bakio, secuestrado en abril con 26 tripulantes a bordo, 13 de ellos españoles. En aquella ocasión, y en medio de una gran polémica, se pagó un rescate para salvaguardar la integridad de los rehenes. Ayer la casa holandesa Reider Shipping admitió que estaba siendo "asesorada por expertos en esta materia".

El Ministerio de Exteriores de Holanda "se mantiene en contacto con las autoridades somalíes para tratar de resolver el problema", indicaron fuentes diplomáticas en La Haya. "No puedo hacer comentarios. Es por la seguridad de nuestros hombres. La ruta marítima del secuestro conduce a Suez, y se aconseja alejarse de la costa para evitar ataques. Estábamos a 85 millas, una buena distancia, pero no ha sido suficiente", añadieron en la naviera.

Este mes un grupo de piratas somalíes liberó un barco de bandera jordana que estuvo retenido una semana. En 2007 hubo 25 secuestros en esa costa a pesar de la vigilancia de patrullas marítimas internacionales. La fragata holandesa Evertsen ha sido enviada para proteger el transporte de ayuda humanitaria. España patrocina un sistema colectivo de seguridad en el Índico.