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Francia reconocerá el catalán, el vasco y otras lenguas regionales en su Constitución

El pasado jueves por la tarde, por sorpresa, la Asamblea Nacional francesa votó, casi por unanimidad, una enmienda al proyecto de Ley de Reforma de las Instituciones para inscribir en el artículo primero de la Constitución el reconocimiento de las lenguas regionales de Francia, entre ellas el catalán y el vasco.

Saltaba así por los aires uno de los elementos más emblemáticos del centralismo jacobino, el monopolio total de la lengua francesa sobre los otros idiomas que se hablaban -y todavía se hablan- en el país vecino, aunque su hegemonía definitiva no se completó hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XIX, en la estela del Ejército napoleónico y la guerra franco-prusiana de 1870.

La enmienda, presentada por el presidente de la comisión de leyes de la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP), Jean-Luc Warsmann, establece que "las lenguas regionales pertenecen al patrimonio de la nación".

Por el momento se desconocen cuáles son los efectos prácticos que puede generar este reconocimiento oficial de las lenguas regionales. La ministra de Cultura, Christine Albanell, anunció el pasado día 7 de mayo la presentación de un proyecto de ley destinado a "normalizar y organizar el aprendizaje y el empleo de las lenguas regionales", sin precisar ni el contenido ni el calendario.

En cualquier caso, el diputado conservador Claude Goasguen quiso dejar claro que el voto a favor de la enmienda "no tiene nada que ver" con la Carta Europea de las lenguas regionales o minoritarias promulgada por el Consejo de Europa en 1999 que establece medidas a favor del empleo de estos idiomas en la vida pública y que Francia nunca ha ratificado.

Queda la incógnita sobre qué es lo que entiende el Gobierno francés por "lengua regional". La ministra Albanell, concretamente, aseguró que el "patrimonio lingüístico francés es muy rico porque incluye a 75 lenguas distintas".

En Francia se hablan, además del francés, un buen número de idiomas; del occitano al catalán pasando por el bretón, el vasco o el corso. Sólo el alsaciano, gracias al especial estatuto de esta región que ha estado históricamente a caballo entre Francia y Alemania, forma parte del sistema educativo en Alsacia. En algunas zonas pueden estudiarse las lenguas regionales como asignatura optativa. Además, hay escuelas infantiles que imparten clase en catalán, vasco y bretón, pero todas ellas son privadas.

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