De la Vega reclama al PP que aclare cuanto antes sus propuestas y líderes

El Gobierno había eludido hasta ahora pronunciarse sobre la crisis del PP siguiendo el principio de no injerencia en los "asuntos internos" de partidos rivales. Pero, dado el alcance que ha tomado, el conflicto llegó ayer a la mesa del Consejo de Ministros. Tras la reunión, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, hizo un pronunciamiento. En una intervención, que llevaba preparada, abogó por que el PP aclare "cuanto antes, pronto, cuáles van a ser sus propuestas y sus líderes, por el bien de la democracia", ya que "es necesaria una oposición fuerte y unida para que cumpla las funciones que le asigna la Constitución, aunque se lo ponga más difícil al Gobierno".

El Gobierno valora el cambio del líder del PP en política antiterrorista

La pugna en el PP empieza a afectar a la vida institucional. Así, las conversaciones entre el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, y la del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, para renovar el Consejo General del Poder Judicial y designar magistrados del Supremo, que se iniciaron inmediatamente después de la celebración de las elecciones del pasado 9 de marzo, avanzan muy lentamente.

Asimismo, a los dos meses y medio de su victoria electoral, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aún no ha recibido en La Moncloa al líder del primer partido de la oposición, Mariano Rajoy. Zapatero y Rajoy tienen pendientes de abordar asuntos de Estado, como la política antiterrorista y la financiación autonómica, además de la renovación del CGPJ. Así lo anunció Zapatero en el debate de su investidura, hace ya mes y medio, y Rajoy lo asumió.

Aunque ayer la vicepresidenta primera del Gobierno atribuyó a "cuestiones de agenda" el aplazamiento de la cita, tanto en los medios gubernamentales como en los del Partido Popular se da por hecho que la causa última radica en el enfrentamiento entre los populares.

La Moncloa sí admite que antes de que Zapatero convoque a Rajoy es conveniente que avancen las conversaciones sobre la Justicia entre Alonso y Sáenz de Santamaría, que, a su vez, están condicionadas por la situación interna del PP. Fernández de la Vega lo reconoció ayer, implícitamente, al señalar: "Queremos que las conversaciones terminen pronto y terminen bien y que, a partir de ese momento, podamos normalizar el funcionamiento que prevé la Constitución".

También va madurando, en la práctica, el acercamiento entre Zapatero y Rajoy en política antiterrorista. Ayer lo valoró la vicepresidenta primera al resaltar el apoyo del líder del PP a la política antiterrorista del Ejecutivo, tras la reciente detención de la cúpula etarra en Burdeos (Francia). La semana pasada destacó, también, el apoyo del PP al texto unánime que suscribieron los partidos en el Congreso para condenar el asesinato por ETA del guardia civil Juan Manuel Piñuel.

Pero el hecho es que Zapatero aún no ha recibido a Rajoy, mientras que se ha entrevistado ya con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el martes lo hará con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, del PP, para abordar la renovación del modelo de financiación autonómica, entre otros asuntos. Tras ellos, el jefe del Ejecutivo recibirá a otros presidentes autonómicos en las semanas siguientes.

Cuando Zapatero ganó las elecciones generales del 14 de marzo de 2004, recibió a Rajoy en La Moncloa a los 70 días de su victoria. Este plazo ya ha sido superado en esta ocasión y, por ello, los periodistas emplazaron ayer a la portavoz del Gobierno a que diera una explicación. No la quiso dar oficialmente, pero oficiosamente nadie duda de que las causas apuntan al conflicto interno del PP.