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Crónica:El presidente regresa al teatro tras veinte años de ausencia
Crónica
Texto informativo con interpretación

Havel aborda la lucha del hombre contra el poder

Monika Zgustova

Tras 20 años sin haber escrito una obra de teatro, Václav Havel estrena en Praga su nueva pieza, Retirándose (Odcházení). El teatro desempeña un papel significativo en la historia checa del siglo XX: en las postrimerías de los años sesenta, es en los pequeños teatros de Praga donde surge la primera reacción contra el estalinismo político y cultural dominante. Asimismo, en noviembre de 1989, son los actores quienes en sus teatros dan comienzo a la llamada revolución de terciopelo, que acabaría con 40 años de comunismo. Václav Havel participa en ambas rebeliones: en los sesenta, como dramaturgo que introduce en los escenarios checos obras cercanas al teatro del absurdo; a finales de los ochenta, como protagonista principal de la insurrección que dirige desde el céntrico teatro Laterna Magica. Y ahora demuestra que el teatro puede tratar también del papel del político en una sociedad democrática.

Retirándose es una obra autobiográfica. Su protagonista es un político e intelectual prominente, Rieger, que se retira de su cargo. Y como en las demás obras del dramaturgo checo, también aquí aparecen dos opciones para el protagonista que vive en un mundo de sutiles tentaciones que le pueden desviar del camino que él considera éticamente correcto. Una de ellas le ofrece el éxito político y mundano: llevar una vida llena de comodidades y hasta de cierto lujo rodeado de sus seres próximos; sin embargo, debería pagar el precio de esas satisfacciones con la pérdida de su identidad. La otra pasa por rechazar las ofertas poco éticas y quedarse al margen, abandonado hasta por sus más íntimos.

En Retirándose, Havel reflexiona sobre el papel del intelectual quien, según él, no debe "contemporizar": debe molestar, transgredir, permanecer en lo inclasificable. Su tarea no acaba nunca, como la de Sísifo, y al igual que el personaje mitológico, el intelectual se construye perdiendo.

Havel siempre ha puesto en práctica sus convicciones sobre el papel del intelectual en la sociedad: fue uno de los promotores de la Primavera de Praga en el 68, luego se convirtió en conciencia de su pueblo como portavoz de la Carta 77, en la que pidió libertad de expresión y el cumplimiento de los derechos humanos, y en ningún momento las abandonó durante los 12 años en que ejerció como el primer presidente democráticamente elegido de la era poscomunista de su país, según demuestra, además de con los hechos, en su autobiografía Sea breve, por favor, recientemente publicada en España.

Como las demás obras de Havel, Retirándose es una reflexión sobre la lucha del individuo por conservar su identidad que el poder impersonal intenta arrebatarle. En piezas anteriores, era el poder sin rostro de las dictaduras. Hoy, Havel pone en escena los múltiples poderes que mueven las democracias. A su vez, Rieger tiene las contradicciones de todo ser humano: héroe y cobarde al mismo tiempo, sincero pero también hipócrita, defiende su propia identidad y al mismo tiempo es el primero que la echa a perder. "Escribo obras pesimistas, crueles", admite Havel, "y a la vez me comporto de modo donquijotesco, soy un soñador eterno que lucha ingenuamente por sus ideales". Retirándose ha sido, desde su publicación, unánimemente aclamada como su obra maestra.

Monika Zgustova es escritora. Su última novela es La mujer silenciosa (Acantilado).

Los actores de <i>Retirándose</i> aplauden a Václav Havel, el jueves después del estreno de la obra en Praga.
Los actores de Retirándose aplauden a Václav Havel, el jueves después del estreno de la obra en Praga.AP

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