La universidad vota con la duda de la gestión de un 'no'

I., catedrático de Economía que no quiere que se haga público su nombre, afirma que hoy votará a favor de Juan Ignacio Pérez "azuzado por los planteamientos de quienes piden el no y la abstención". Pese a no comulgar con la gestión del rector, le parece preferible apoyar al único candidato que derivar "a una dinámica del no indeseable e irresponsable, que no es más que la demostración de un planteamiento obstruccionista". "Tenemos una labor social que hacer", indicó ayer a EL PAÍS.

Otro catedrático de Economía coincide con él en oponerse al no, alegando que quienes defienden esa opción "esgrimen argumentos sectarios" y se limitan a oponerse a Pérez en vez de defender su propio proyecto. El artículo de 13 catedráticos que piden el no ha hecho reaccionar también a J., profesor titular en Medicina. "Iba a abstenerme, pero me parece importante evitar que gane el no, porque no comulgo con los argumentos de ese colectivo y me preocupa el periodo de interinidad que se abriría", argumenta. Todavía no ha decidido si votará sí o en blanco.

Destaca a favor de Pérez "la democratización de los pluses", que ha cobrado por primera vez, y el incremento de la inversión en investigación. En contra, el proceso de asignación de los complementos, "falto de transparencia y humillante". De no ser por esas irregularidades, afirma que votaría sí sin dudar.

El decano de un centro de Vizcaya, que también pide que no se publique su nombre, fue uno de los que intentó consolidar una candidatura encabezada por Juan Ramón González Velasco, anterior decano de Ciencia y Tecnología, y quien finalmente no quiso enfrentarse a Juan Ignacio Pérez.

Pese a haber participado en la formación de una alternativa, este decano votará hoy a favor del rector "por decoro institucional". "Si no hemos sido capaces de crear otra candidatura en cuatro años, no es de recibo dejar la universidad sin gobierno por revanchismo". En su opinión, si gana el no "será horrible, porque la universidad se paralizará". Además, le parece forzado montar una candidatura en pocos meses, aunque reconoce que contar con el verano minimizará la parálisis. Antonio Vera no le parece serio: "Aparece muy a última hora, poco preparado, con problemas para sumar apoyos, utilizando lo de los complementos como elemento fundamental".

En su opinión, hoy ganará el sí, porque muchos optarán como él por apoyar a la única persona que ha sido capaz de presentarse. Sin embargo, sí que advierte un notable descontento en su centro por cuestiones como la aplicación del Proceso de Bolonia y los criterios de evaluación en la asignación de complementos salariales. "Pero no creo que sean elementos suficientes para que el voto negativo sea mayoritario".

Los graves altercados que los estudiantes del sindicato Ikasle Abertzaleak (IA) ocasionaron el pasado martes en el campus de Leioa han alentado el temor de la comunidad universitaria a que hoy la jornada electoral transcurra entre disturbios de los alumnos radicales. Muchos han optado por depositar su voto ayer para evitar las coacciones en las urnas.

El martes, unos 50 estudiantes que se manifestaban contra la "política represiva" que atribuyen al equipo del rector, Juan Ignacio Pérez, asaltaron el edificio rectoral destrozando cristales y diversos elementos de mobiliario. La Ertzaintza detuvo a tres de ellos y la UPV interpuso ayer una denuncia contra los asaltantes. El PP ha pedido la ilegalización de IA y el PSE que se sancione a los responsables.

El rector constató "coacciones y amenazas" a estudiantes para que no voten. IA ha pedido la "abstención crítica" y la participación estudiantil en las "jornadas de lucha" para boicotear los comicios. Una muestra de ello fue su irrupción el lunes en la presentación del programa del rector ante el personal de la Facultad de Bellas Artes.

Pérez ha afirmado que pondrá todos los medios -no ha concretado cuáles- y que contará con el apoyo de los poderes públicos para que las elecciones se celebren hoy con normalidad y los radicales no impidan a nadie votar.

Las facultades, especialmente las del campus de Leioa, han reforzado las medidas de seguridad, como confirma un decano, visiblemente nervioso en víspera de los comicios: "Nos preocupa el follón, que revienten las elecciones. Nos obliga a llamar a los de seguridad, que sólo saben pegar, no dialogan. No me gustan esos enfrentamientos".

- Un total de 54,701 personas tienen derecho a voto: 4.999 profesores (1.813 de ellos doctores permanentes); 48.076 estudiantes y 1.716 administrativos (PAS).

- El voto es ponderado de la siguiente manera: 51% el de los doctores permanentes, 18% el de otros docentes e investigadores, 20% el del alumnado y 11% el del PAS.

- Entre las 10.00 y las 19.00, los profesores y estudiantes votarán a favor, en contra o en blanco en las urnas habilitadas en sus respectivos centros y el PAS, en los vicerrectorados de campus. Los electores también han tenido la opción de depositar su voto durante las jornadas de ayer y anteayer. Se utilizarán unas urnas electrónicas (sistemas Demotek), para agilizar el recuento.

- Hacia las 20.00 se publicarán los resultados provisionales. Pérez será reelegido por mayoría simple: si cosecha más votos a favor que en contra.

- La comunidad también elegirá sys representantes en el Claustro y el PAS, su Junta de Personal.

Brígida Ridruejo estudia Tercero de Sociología y se enteró el lunes de que hoy se celebran las elecciones al rector. "La verdad es que entre el alumnado no hablamos de esas cosas. Hoy he preguntado a la gente qué iban a votar y nadie sabe nada", destaca. El dato supone el mejor reflejo de la desmotivación que caracteriza a los alumnos, cuyo voto es de los que menos valor tienen en el sistema ponderado. Hace cuatro años, la participación estudiantil rondó el 30%.

En apenas tres días, no le ha dado tiempo a reflexionar demasiado sobre qué votar. No se abstendrá porque le gusta participar y no le convence el voto negativo, porque le preocupa que la universidad se paralice medio año. Pero la gestión de Pérez no le satisface como para darle el sí. "No atiende a los intereses del alumnado. Por ejemplo, no se ha preocupado por el transporte público. Seguimos pagando precios excesivos para subir en autobús a Leioa", recalca.

Critica también la falta de participación de los estudiantes en el Proceso de Bolonia y que no se haya dado suficiente información sobre qué supondrá. Con todos esos elementos, lo más probable es que se decante por votar en blanco. Al contrario de lo que ayer señaló Pérez, desconoce que haya coacciones ni amenazas a estudiantes para que no voten.

Ni ella ni sus compañeros conocen la página web de Pérez, con la que el candidato pretendía llegar a los alumnos.

El Personal de Administración y Servicios (PAS) es el estamento que menos apoyo brindará al rector, según coinciden diversas fuentes sindicales y universitarias. El 60% de esta plantilla, que suma en conjunto algo más de 1.700 trabajadores, se encuentra en situación eventual y al estamento no le satisfacen las oposiciones con que el Rectorado quiere atajar el problema. UGT critica, entre otros asuntos, las dificultades para promocionarse y que a cada PAS "se le debe una media de 3.600 euros por la deshomologación del fondo de pensiones".

Por todo ello, J., un joven informático interino, advierte de que su estamento está "bastante descontento", por lo que prevé que pocos voten a Pérez. Opina que muchos de ellos se abstendrán desmotivados por el poco valor que otorga el sistema de voto ponderado a su colectivo. Los más militantes se decidirán por el no, opción por la que él también ha decidido decantarse.

Las oposiciones son su principal preocupación. "Nos inquieta tener que hacer una OPE para ser fijos, y que para el estamento docente se hayan tomado otro tipo de medidas. No sabemos qué valorarán y no nos facilitan cursos para que los que ya somos de la casa tengamos más posibilidades de quedarnos".

No le preocupa que gane el rector o no. "Simplemente, el rector permanecerá unos meses en funciones. No veo el problema; no tiene por qué ser un caos".

Los jóvenes investigadores llevan años criticando su situación de precariedad. Pese a estar graduados y trabajar en la UPV, la universidad pública sigue sin reconocerles como personal investigador. Pasan dos años como becarios y otros dos con contratos en prácticas. La asociación Ikertzaile Prekarioak, que agrupa a la mayoría de ellos, deplora la baja cuantía de sus becas y contratos, los retrasos e irregularidades en los cobros y la falta de una carrera investigadora "coherente" que garantice su futuro.

La semana pasada remitieron una carta al rector en la que demandan que convierta las ayudas a becarios en contratos de ayudante no doctor o investigador doctor. Exigen tener representación propia en los órganos de gobierno (ahora figuran como estudiantes), acceder a las mismas ayudas y beneficios que el resto del personal y garantizar la transparencia y equidad en la adjudicación de becas.

"La responsabilidad ante tanta precariedad recae principalmente en su equipo rectoral, porque a través de su política científica, por obra y omisión, han demostrado una gran despreocupación por el personal investigador. No queremos que se ahorre sólo a costa de nuestro trabajo y nuestro futuro", concluye la carta, que critica la "inadecuada política científica y la deficiente gestión" del Vicerrectorado de Investigación.

M., becario predoctoral -también pide que se guarde el anonimato-, no necesita más argumentos para votar hoy no. "Cuando presentó la candidatura en Ciencias preguntamos si mejorará nuestra condición y su respuesta fue un rotundo no". Sus compañeros harán otro tanto o se abstendrán. Reconoce que le preocupa que la universidad se paralice si gana el voto negativo, "pero en lo que nos toca, seguiremos igual".