"Los profesores no nos vendemos"

Carteles reivindicativos. Banderitas rojas y blancas. Panfletos. Y muchos gritos: "¡No queremos dinero, queremos calidad!". El tráfico de Sevilla supo a media mañana que algo estaba pasando. Desde las 12.00 hasta las 14.00, el camino entre la plaza de toros de la Maestranza y Torretriana, donde está ubicada la Conserjería de Educación, estuvo bloqueado por miles profesores que celebraban una huelga general.

Un 70% de docentes secundó el paro, según los sindicatos convocantes. La Consejería de Educación lo redujo al 12,2%.

"Nos quieren comprar y nos quitan autoridad frente a los chicos", se indignaba ayer Carmen López, del instituto sevillano Velázquez. El plan de calidad de la Junta de Andalucía, que comenzará a funcionar en los colegios el próximo enero, fue la protesta estrella de ayer. El incentivo de hasta 7.000 euros en cuatro años por una mayor consecución de objetivos no convence a muchos profesores: "Pretenden que aprobemos a los niños para ocultar el fracaso escolar. ¡Qué vergüenza!", se enfurecía López. "Esto es claramente un soborno", añadía otro docente. En un comunicado, la Consejería de Educación repitió ayer que el incentivo es "una opción libre y voluntaria" y recordó que sólo "el 35% de los centros públicos se han sumado a este programa".

La equiparación de sueldos en todas las comunidades autónomas fue otra de las exigencias que se escucharon ayer a través de los megáfonos. Los sindicatos mayoritarios, entre ellos CC OO y UGT, llegaron a un acuerdo con la Junta el pasado lunes. Sin embargo, muchos docentes sostienen que en Andalucía se cobra menos que en otras comunidades. "¿Por qué tienen que tener más nómina en Madrid que en Andalucía?", se indignaba un profesor de secundaria de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) que, como la mayoría, no quiso identificarse.

El número de alumnos por aula y la escasez de profesores fueron las críticas de siempre. "¿Se puede dar clase a más de 30 niños a la vez?", preguntaba María Vique, profesora de francés del Instituto Triana. Y también se refirió a los incentivos: "Lo peor es que los chicos ya saben del tema y te dicen: 'Señorita, me tienes que aprobar. Lo dice la ley".